Vol. 1 No. 2
Noviembre de 1998

Terapia Sexual: Un Caso de Eyaculación Precoz
Ángel Enrique Rojas Servín.
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
CAMPUS IZTACALA.

 

RESUMEN
 

Se presenta el caso de un hombre que acude a la Clínica Universitaria de la Salud Integral refiriendo que eyacula rápidamente cuando penetra a su esposa (antes de un minuto) e incluso cuando sólo la acaricia. Después de analizar la información se determina que existe ansiedad anticipatoria y pensamientos anticipatorios negativos, fuertemente asociados con la situación sexual, además de un estímulo distractor (el televisor encendido) y los reclamos de la esposa. Se trabajó con una variante del método de Semans de "parada arranque" para lograr que el paciente, desarrollara la habilidad para centrar su atención en las sensaciones premonitoras del orgasmo mientras mantiene una actividad sexual con su compañera, de tal modo que se posibilite el control voluntario de su reflejo eyaculatorio y establezca y mantenga relaciones sexuales satisfactorias para él y su pareja. Palabras clave: Terapia Sexual, Eyaculación Precoz, método de Semans.

 
SUMMARY

 

The case of a man that attends to the University Clinic for the Integral Health is presented. He refered that he ejaculates quickly while penetrating his wife (before a minute) and even when only caresses her. After analyzing the information it was determined that anxiety and negative anticipatory thinking exists, strongly associated with the sexual intercourse situations, in addition to a distractor stimulus (the television lit) and the claims of his wife. It was worked with a variant of the method of Semans of "stop-start" to achieve the goal that the patient would develope the ability to center his attention in the sensations previous of the orgasm while maintaining sexual activity with his wife, in such a way that the sexual intercourse would be satisfactory for both of them. Key words: Sexual Therapy, Premature Ejaculation, Semans’ Technique.

 

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Profesor de Asignatura del Área de Psicología Clínica

 

 

La respuesta sexual humana puede estar condicionada por múltiples estímulos y verse afectada por una gran variedad de situaciones; por ello, las fallas ocasionales como no lograr una erección, no conseguir un orgasmo, son de lo más común y no deben ser motivo de preocupación. Sin embargo, la persona que sufre, de manera persistente de alguna falla en su respuesta sexual, se dice que presenta una disfunción sexual. Existen diversos tipos , y generalmente se dividen en femeninas y masculinas. Las disfunciones más comunes son la eyaculacución precoz (en el hombre) y la anorgasmia (en la mujer) (Alvarez, 1987). La eyaculación precoz se suele citar en los artículos científicos como la más corriente de las disfunciones sexuales masculinas. Es inconfundible, pero difícil de definir con exactitud (Kaplan, 1982).

 

Se han hecho varios intentos de establecer un criterio cuantitativo de este trastorno. Según Masters y Johnson (1976), se denomina eyaculador precoz cualquier hombre que en el 50 % de los casos eyacule antes de haber satisfecho a su pareja. Poudat y Jarrousse (1986 en Ladouceur; Fontaine y Cottraux, 1994) ponen de relieve 3 criterios para definir la eyaculación precoz:

 

1) la eyaculación se produce de 30 seg. a 1 min. tras la penetración; 2) el número de movimientos de vaivén intravaginales es inferior a 10, y 3) en el 50% de los casos el hombre alcanza el orgasmo antes que su compañera.

 

De acuerdo a Kaplan (1982) básicamente, estas definiciones consideran la precocidad en función del tiempo que tarda un hombre en alcanzar la etapa de meseta en el ciclo de la respuesta sexual y enfatiza que en eso radica su defecto, porque la esencia de la precocidad no estriba ahí. La precocidad no admite una definición cuantitativa porque la patología esencial de este cuadro clínico no se relaciona realmente con el tiempo. El aspecto crucial de la precocidad es más bien la ausencia de control voluntario sobre el reflejo eyaculador, independientemente de si esto se da después de dos impulsos o cinco, de si ocurre antes de que la mujer alcance el orgasmo o no. Se puede decir entonces, que existe eyaculación precoz cuando el orgasmo se da de una manera refleja, esto es, cuando se halla fuera del control voluntario del individuo una vez alcanzado un intenso nivel de excitación sexual. Por el contrario, se puede decir que existe control eyaculador cuando el individuo puede tolerar los altos niveles de excitación que caracterizan la etapa de meseta del ciclo de respuesta sexual sin eyacular de una manera refleja.

 

Aunque la queja típica del eyaculador precoz y de su mujer es la rapidez en el orgasmo, se suele presentar con frecuencia otro parámetro importante del cuadro clínico: la frecuente ausencia o disminución de la percepción de las sensaciones eróticas una vez que el individuo se siente intensamente excitado. A medida que se acerca el orgasmo muchos eyaculadores precoces parece que experimentan lo que se puede describir como una anestesia genital. En la evaluación inicial el paciente no suele ser consciente del fenómeno, simplemente porque no tiene base de comparación. Después de adquirir el control de la eyaculación, casi todos los pacientes afirman experimentar sensaciones orgásmicas y sexuales agradables que nunca habían experimentado hasta entonces.

 

La capacidad de controlar la eyaculación es crucial para realizar bien el acto sexual y para un ajuste erótico satisfactorio.

 

La angustia del eyaculador precoz acerca de su competencia sexual puede arruinar las relaciones sexuales de la pareja. Es incompatible que un hombre sea sensible y receptivo a su compañera si está preocupado por la idea de que al llegar a un nivel alto de excitación se va a ver forzado a terminar abruptamente el acto sexual. La esposa, por su parte, suele sentirse rechazada y perpleja ante esa conducta, que ella percibe como fría y desinteresada, y para empeorar las cosas, el marido y la mujer se hallan generalmente demasiado trastornados como para confiar el uno en el otro, entrando así en un círculo vicioso de cólera y evitación que destruye su placer sexual. Existen también excepciones, por ejemplo, algunas parejas son capaces de establecer una comunicación más abierta e intentan acoplarse a la precocidad de su marido (después de eyacular, él puede seguir estimulando a su mujer clitorídeamente hasta que alcance el orgasmo). Pero lo cierto es que la eyaculación precoz coarta el goce sexual de la esposa, en tanto que el placer del marido queda aumentado si puede prolongar el período de intensa excitación previo al orgasmo.

 

Muchos de los hombres que padecen incontinencia eyaculadora se sientes muy infelices y perturbados por su estado. Por regla general, deciden iniciar un tratamiento como último recurso, después de que han intentado alcanzar el control orgásmico a través de una serie de métodos de "sentido común" recomendados por el médico de cabecera. El sujeto intenta distraerse del acto sexual centrando su atención en imágenes no sexuales durante el acto sexual, o tensando los músculos anales, o mordiéndose los labios. o hundiéndose las uñas en la palma de la mano, etcétera. Tales métodos permiten demorar el comienzo de una excitación erótica intensa, pero son incapaces de facilitar el control de la eyaculación. Aunque se puede conseguir retrasar el estado de excitación una vez que el sujeto entra en esta fase sigue siendo incapaz de tolerar la tensión erótica y el orgasmo se presenta como el problema de la incontinencia de la eyaculación (Kaplan, 1982).

 

Las técnicas más eficaces elaboradas hasta la fecha son las que siguiendo el enfoque de Semans, emplean una estimulación repetida y prolongada del pene por la compañera, interrumpiendo la estimulación de acuerdo con las señales que envía el paciente justo antes de que se desencadene el reflejo orgásmico.

 

El tratamiento de la eyaculación precoz se basa, en la suposición de que la retroalimentación sensorial de las sensaciones de la excitación sexual preorgásmica resultará en la continencia eyaculatoria, sin que se necesite ningún esfuerzo especial por parte del paciente para controlar el orgasmo (Kaplan, 1981). Según esto, se puede predecir que será eficaz cualquier método que aliente la experiencia consciente, repetida y prolongada de las sensaciones.

 

En el tratamiento de la eyaculación precoz, el objetivo específico de estas experiencias consiste en promover la percepción clara, por parte del paciente, de las sensaciones premonitoras del orgasmo. Esto debe hacerse en condiciones de tranquilidad, en presencia y con la participación de la pareja.

 

El tratamiento de la eyaculación precoz no plantea un gran reto a las habilidades del terapeuta. Es más bien su habilidad para clarificar y resolver las resistencias de la pareja al tratamiento, lo que demuestra su competencia clínica y lo que constituye la esencia del proceso terapéutico.

 

El pronóstico de una consecución rápida de la eyaculación es excelente si se trata al paciente con cualquiera de las variantes del método Semans, y el tratamiento será eficaz en la medida en que se cumpla el objetivo esencial, esto es, el enfocar repetidamente la atención del paciente en las sensaciones premonitoras del orgasmo mientras mantiene una actividad sexual con su compañera (Kaplan, 1981).

 

 

QUEJA

 

Se presenta a la C.U.S.I.(Clínica Universitaria de Salud Integral de la ENEP Iztacala) al servicio de psicología clínica el Sr. "D" y su esposa "R", debido a que "D" eyacula rápidamente cuando penetra a su esposa ("no dura ni un minuto") e incluso ha llegado a suceder que con el sólo hecho de acariciarla, eyacule.

 

 

DEMANDA

 

El Sr. D. quiere satisfacer sexualmente a su esposa y no eyacular tan rápido. Mientras que R. quiere "terminar bien su relación sexual" esto es, que ella "sienta" y que su esposo se tarde un poco más. También demanda que él platique con ella cuando termina la relación y, que le pregunte cómo se siente y si le gustó o no.

 

 

DATOS DEMOGRÁFICOS

 

El Sr. "D" tiene 32 años, es obrero en una fundición, tiene escolaridad de secundaria y está casado desde hace 9 años con "R", quien tiene 23 años, se dedica a las labores del hogar y curso hasta el 6º año de primaria. Juntos han procreado tres hijos (dos niñas de 9 y 5 años y un niño de 7 años).

 

 

EVALUACIÓN CONDUCTUAL.

 

La recogida inicial de la información se llevó a cabo a través de cuatro entrevistas, de las cuales dos se efectuaron con ambos, una únicamente con el Sr. "D" y la última únicamente con su esposa.

 

Entrevistas con "D"

 

A los 15 años tuvo su primer relación sexual, con una mujer de 40 años en la casa de ella. "D" reporta que tardo en eyacular aproximadamente 6 o 7 minutos y que al eyacular sintió como si estuviera orinando, después se sintió apenado y la Sra. le dijo que eso era natural.

 

Posteriormente tuvo relaciones sexuales con "R" quien en ese tiempo (hace 10 años) era su novia. Éstas las realizaban en el campo, al aire libre en el poblado de donde son originarios. "R" le decía que lo hiciera rápido; les afligía ser sorprendidos por la policía y temían ser encarcelados por lo que estaban haciendo debido a que "R" era menor de edad. La primera vez que tuvo relaciones sexuales con "R" duró aproximadamente 5 minutos.

 

Al cabo de un año se casaron porque "R" estaba embarazada. "D" reporta que durante sus 9 años de casados ha eyaculado rápidamente. Ambos pensaban que eso era lo "normal", hasta que hace 5 años aproximadamente se dieron cuenta de que no era así. Por una parte, "D" se enteró por comentarios de sus compañeros de trabajo y por medio de películas pornográficas que llegó a ver. Por otra parte, "R" se enteró por conversaciones que tenía con sus hermanas casadas.

 

"D" mencionó una supuesta infidelidad" por parte de su esposa; aunque nunca lo comprobó a él le afecto tanto en su desempeño laboral como en su relación de pareja. En su trabajo disminuyó su desempeño laboral porque constantemente pensaba si en verdad lo engañaba su esposa, si estaría con otro o qué estaría haciendo. La relación de pareja se vio afectada ya que durante seis meses no se dirigieron la palabra ni mantuvieron relaciones sexuales. Debido a esto, "D" comenzó a masturbarse (sólo en diez ocasiones), realizándolo en el baño o en su cama, tardando en eyacular de 10 a 12 minutos aproximadamente; sin embargo, el paciente reporta que no le agradaba ya que "no sentía lo mismo". También explicó que esta "supuesta infidelidad", de la cual se enteró hace 3 años, "quedo descartada porque nunca lo comprobó y él ya no lo cree verdad y que ya es el pasado".

 

Todos los viernes tienen relaciones sexuales entre 9 y 10 de la noche, ya que son los días que se encuentran solos porque sus hijos se quedan con la hermana de "D". Durante la relación sexual, es "D" quien la inicia; comienza a besar a su esposa, acariciarla (le toca los senos, las nalgas y le besa su "parte genital") y le dice "mi vida, mi amor, te lo voy a hacer bonito"; ante ésto "R" le dice: "te vas a aguantar, no te excites tanto para que puedas aguantar". Juan reporta que en el momento en que penetra a su esposa "eyacula inmediatamente ya que no dura ni un minuto". Además dice haber eyaculado en dos ocasiones sin penetrarla, mientras él le acariciaba los senos y las nalgas y ella le acariciaba el pene. Un aspecto importante que ocurre durante la relación sexual es que él piensa que va a eyacular de inmediato, debido a que siempre que él penetra a su esposa le sucede.

 

Otro aspecto que refiere el paciente es que alcanza a percibir cuando va a eyacular (siente caliente abajo del estómago), sin embargo, no puede evitarlo. Con respecto a ésto, menciona que hace un año y medio para evitar que su esposa se embarazara él se "chispaba" cuando sentía la sensación de que iba a eyacular pero que tampoco lo podía evitar.

 

Las posiciones que generalmente ejecutan durante el acto sexual son: "R" hincada en la cama y él la penetra por atrás; ella acostada con las piernas sobre los hombros de Juan, éste acostado boca arriba y ella se sube en él. "D" reporta que a su esposa le agrada más la primera posición, mientras a él le agrada más la tercera.

 

La relaciones sexuales de la pareja las efectúan en su recámara (en la cama invariablemente); ahí mismo hay otra cama, una litera, un ropero y un televisor, cabe señalar que durante sus relaciones sexuales, el televisor siempre está encendido.

 

Inmediatamente después de que termina la relación sexual (cuando el paciente eyacula) ambos terminan enojados. Generalmente ella le dice "me voy a dormir" y se voltea y se duerme; aunque en otras ocasiones se porta cariñosa y le dice "no te apures, vamos a intentarlo de nuevo"; mientras que "D" dice sentirse desesperado por "no poder hacerlo y no poder satisfacerla". "D" se insulta en voz alta (se recrimina por no poder aguantarse y se pregunta qué tendrá), piensa si se podrá componer, se voltea al lado contrario de su esposa y se duerme.

 

Por otra parte, el paciente menciona que hace un mes y medio, su esposa lo masturbó, debido a que ella menstruaba y no podían tener relaciones sexuales bajo esas circunstancias. La duración del evento fue de 5 0 6 minutos aproximadamente. Con respecto al punto de la menstruación, "D" dice no tener relaciones sexuales cuando su esposa se encuentra menstruando, por considerarlo antihigiénico y que además no le gusta. Su esposa tampoco las desea en esos días y comparte la idea de que es antihigiénico. Sin embargo el tiene la impresión de que cuando ella está menstruando tiene "ganas" de tener relaciones sexuales.

 

También refiere que hace un mes tuvieron sexo oral. Durante la práctica de la cunnilingus, él le acariciaba a su esposa los senos y las nalgas, mientras que ella no lo tocó. Así pudo "aguantar más" (10 min. aproximadamente). Al penetrarla eyaculó inmediatamente. Esta situación origino que "D" se sintiera contento, ya que su esposa "estaba algo cariñosa, como agradecida".

 

"D" menciona que el hecho de que "eyacule rápidamente" cuando penetra a su esposa le conflictúa demasiado, ya que le está afectando tanto en su trabajo como en su relación familiar (con su esposa y sus hijos). En el trabajo lo han notado distraído, pues él se la pasa pensando (sobre todo los viernes) " cómo le ira con ella, si aguantará o no, cómo se podrá componer, si será igual la próxima vez"; también piensa ésto durante el camino a su casa. Y con su familia, porque al llegar a su casa sus hijos quieren jugar con él y no les hace caso, ya que está pensando en lo mismo; de igual manera sucede con la esposa, cuando ella se acerca y lo abraza, él se voltea debido a que piensa que "no la va a satisfacer, entonces que caso tiene tener relaciones sexuales" o " para que le pide que las tengan si se va a enojar".

 

Por lo anterior, "D" ha intentado solucionar su problema en tres ocasiones, pero sin éxito alguno. El primer intento fue hace seis meses cuando acudieron con un urólogo, quien le detectó a "D" una infección en las vías urinarias, la cual se le quito con medicamento. Con respecto a su problema de eyaculación precoz le recomendó que hiciera el siguiente ejercicio: Cuando tuviera la relación sexual y sintiera que iba a eyacular se quedara quieto (sin sacar el pene de la vagina), hasta que desapareciera la sensación y después, al lograr contenerla podría reanudar sus movimientos, repitiendo cuantas veces lo deseara la contención hasta que decidiera eyacular. El ejercicio lo realizaron durante 3 meses cuando menos una vez a la semana. Sin embargo, no le sirvió porque aunque se quedará quieto eyaculaba antes de un minuto. El segundo intento que realizaron fue cuando asistieron con un médico general, quien sólo se limitó a realizarle exámenes vaginales a "R". Como no les inspiró confianza dejaron de asistir con él.

 

Por último, fueron con un vendedor de productos naturistas para que les recetara algún medicamento. esta persona le recetó a "D" diversas pastillas (de hígado de res, de jalea real y aminoácidos) que tenía que tomar en ayunas. El tratamiento lo llevó durante un mes, sin resultado alguno.

 

 

Entrevistas con la esposa

 

"R" mencionó que lo que le pasa a su esposo no es normal y que ella lo dice por comentarios que le han hecho sus hermanas (le platican las experiencias sexuales que tienen con sus esposos). También, dijo no haber tenido ninguna relación sexual con otra persona. Reporta que no se ha masturbado, ni él la ha masturbado a ella.

 

Con respecto a sus relaciones sexuales, comentó que las posiciones que más realizan son: ella hincada sobre la cama y él la penetra por atrás, acostados de lado y, algunas veces Juan acostado y ella se sube en él. Además explicó que su esposo la besa y le comienza a "tocar sus pechos y su parte genital", tardando de 10 a 20 minutos aproximadamente, después la penetra y "no dura ni un minuto"; en otras ocasiones, sucede que "apenas la va a penetrar y ya está eyaculando". Durante la relación sexual casi no realizan verbalizaciones y por lo general está prendido el televisor.

 

Generalmente, cuando termina la relación sexual, "R" se enoja con "D" porque eyacula casi de inmediato que la penetra. Describe que cuando se enoja, le dice "quítate de aquí", se voltea al lado contrario y se duerme. Mientras que en otras ocasiones llegan a platicar de cómo se sienten por lo que sucede a su esposo; describe que "él dice que se siente mal porque ella se queda con ganas y ella le contesta que asistan con un especialista".

 

Otro aspecto importante que sucede después de que él eyacula es que cómo él se enoja porque no se puede controlar, se comienza a insultar a sí mismo diciéndose groserías, además de que comienza a decir que "se va a matar" (esto a ocurrido en tres ocasiones) y que "R" mejor se debería de buscar a otro".

 

Además reportó que ella piensa que el hecho de que su esposo eyacule rápido "ya es normal", al igual que "no la satisfaga y no la haga sentir mujer"; esto lo dice porque "no siente nada y porque ella ya se acostumbró". Sin embargo, en una de las entrevistas que se le realizó, dijo haber sentido "algo" una vez, pero cuando se le preguntó que fue lo que sintió no supo como explicarlo y sólo se limitó a decir que se sintió relajada.

 

También, explicó que en 4 ocasiones que su esposo llevó películas pornográficas, a ella no le fue agradable verlas; se siente mal debido a que piensa "que "D" la toma como las que están en las películas", además de que opina que "no es necesario que las vean". Sin embargo, dice que a su esposo sí le agrada verlas, ya que ha notado que "él se excita más rápido y eyacula enseguida".

 

Por último, ella pide ayuda para su esposo para que "se componga y se le quite la desesperación", así como que ella "sepa lo que es terminar la relación bien" y " que "D" le pregunte cómo se siente o si le gustó o no, al terminar la relación sexual". Además, considera que con la terapia va a aprender cosas que no sabe, y con ello podrá orientar a sus hijos".

 

 

ANÁLISIS

 

De acuerdo al análisis de la información obtenida, se considera que la falta de control voluntario sobre el reflejo eyaculatorio (eyaculación precoz) de "D", está acompañada de una importante ansiedad anticipatoria que muy probablemente ha provocado un verdadero condicionamiento clásico que asocia la situación sexual y la respuesta ansiosa, además de cogniciones negativas y rumiaciones obsesivas: "otra vez voy a fracasar", "esta vez si tengo que aguantar", "la próxima vez será igual", "no soy capaz de satisfacer a mi pareja, es mejor que se busque otro", etcétera. Otro factor que probablemente contribuye a que la conducta se mantenga son los constantes reclamos de la esposa, que seguramente originan más ansiedad y acentúan los sentimientos y pensamientos negativos.

 

La ansiedad y las cogniciones negativas son incompatibles con la posibilidad de que "D" sea sensible y receptivo a las señales preorgásmicas y a que desarrolle una ejecución sexual competente.

 

Por otra parte es importante considerar que el hecho de que el televisor prendido en la recamara mientras tienen relaciones sexuales puede constituir una variable más dentro de la situación, al fungir como un agente distractor de la atención. Se evidencia además la falta de una información sexual adecuada en ambos miembros de la pareja.

 

 

HIPÓTESIS DE TRABAJO

 

Si "D" aprende a identificar sus sensaciones premonitoras, podrá controlar voluntariamente la eyaculación. Se propone por tanto, el entrenamiento en la utilización de una variante del método de Semans; la técnica de "parada y arranque".

 

 

OBJETIVO GENERAL

 

Al término de la terapia, "D" centrará su atención en las sensaciones premonitoras del orgasmo mientras mantiene una actividad sexual con su compañera, de tal modo que se posibilite el control voluntario de su reflejo eyaculatorio y establezca y mantenga relaciones sexuales satisfactorias para él y su pareja.

 

 

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 

* La pareja explicará las diferentes fases de la respuesta sexual masculina y femenina.

 

* La pareja describirá las ventajas y desventajas de las siguientes prácticas sexuales: mantener relaciones sexuales durante la menstruación, relaciones orales, estimulación manual de los órganos genitales.

 

* La pareja describirá los aspectos mínimos de higiene relacionados con los órganos genitales y diferentes prácticas sexuales.

 

* La pareja describirá la importancia de la comunicación durante la realización del acto sexual.

 

* "D" explicará en que consiste la técnica de "parada y arranque" y desarrollará la habilidad para controlar la eyaculación, al menos por 4 veces, cuando lo masturbe su esposa sin emplean ningún lubricante.

 

* "D" controlará la eyaculación, al menos por 4 veces, cuando lo masturbe su esposa utilizando un lubricante.

 

* "D" controlará la eyaculación, al menos por 4 veces, al introducir su pene en la vagina de su esposa, adoptando la posición femenina superior.

 

* "D" controlará la eyaculación, al menos por 4 veces, al introducir su pene en la vagina de su esposa, adoptando la posición lateral.

 

* "D" controlará la eyaculación, al menos por 4 veces, al introducir su pene en la vagina de su esposa, adoptando la posición superior del hombre.

 

* "D" controlará la eyaculación, tantas veces como lo desee, al tener relaciones sexuales con su esposa, adoptando la posición que más les agrade.

 

* La pareja mantendrá relaciones sexuales satisfactorias para ambos, manifestando libremente sus preferencias, sentimientos, pensamientos y fantasías.

 

 

PROCEDIMIENTO

 

La técnica que se empleó es una variante del método de Semans de "parada arranque", que la pareja realiza durante la situación sexual (Kaplan, 1982). La intervención se llevó a cabo en tres fases, mismas que se describen a continuación:

 

Fase 1 (Información): Las primeras sesiones incluyeron charlas informativas con respecto a la respuesta sexual humana tanto masculina como femenina. Además de instruir a la pareja para que realizará (en casa) juegos amorosos de alcance limitado, esto es, sólo hasta que el marido tuviera una erección.

 

Un punto adicional e importante en esta primera fase, fue el explicar a la pareja la importancia de concentrarse totalmente en la relación sexual y cómo ésto, se podía ver fácilmente afectado por el hecho de mantener el televisor prendido, por lo cual se les indicó la prudencia de mantenerlo apagado durante las sesiones del tratamiento.

 

Fase 2 (Ejercicios masturbatorios): Se instruyó a la pareja para que realizaran, en casa, el siguiente ejercicio: "D" se tenía que acostar boca arriba mientras "R" le estimulaba el pene manualmente. En contraste con las instrucciones que suelen dar los clínicos que se basan en el "sentido común", se pidió al paciente que centrara su atención exclusivamente en las sensaciones eróticas que emanaban de su pene durante la estimulación. Se le adviertió expresamente que no prestará atención alguna a su esposa, porque la ansiedad y los conflictos provocados por una preocupación obsesiva por la compañera distraen con frecuencia al paciente de la verdadera experiencia sexual. Además se le pidió que no se dejara distraer de las sensaciones eróticas por pensamientos irrelevantes. Tan pronto como experimentaba las sensaciones premonitoras del orgasmo debía pedir a su pareja que le dejara de estimularle. Percibiría entonces que las sensaciones desaparecerían en unos pocos segundos. Antes de perder del todo la erección, volvería a reanudarse la estimulación, para suspenderla de nuevo justo antes de alcanzar el orgasmo.

 

La pareja tenía que repetir este procedimiento una segunda y una tercera vez antes de que el paciente permitiera que la estimulación continuara hasta alcanzar el orgasmo, eyaculando a la cuarta vez. En ningún momento debía intentar el paciente ejercer un control consciente sobre el orgasmo, fuera de señalar a la esposa que detuviera la estimulación. Se hizó mucho hincapié en la necesidad de que el paciente centrara su atención en las sensación eróticas solamente. Además, se alentó a la pareja a ampliar la gama de sensaciones sensuales. Con este fin, después de la segunda experiencia en casa se instruyó a "D" para que colocara su mano sobre la de su mujer y experimentara las sensaciones producidas al variar la velocidad, la presión y la amplitud de la estimulación.

 

Al tener éxito en ambas experiencias, esto es, que "D" fue capaz de concentrarse en sus sensaciones y reconocer la intensa sensación que se da antes del orgasmo y de esa manera logro detener en el momento oportuno a su pareja, se repitió el procedimiento una tercera vez, pero con una variación: esta vez el pene se lubrica con vaselina. La estimulación manual en estas condiciones es más excitante que una estimulación seca, porque las sensaciones producidas se parecen mucho a las proporcionadas por el acto sexual dentro de una vagina lubricada. Después de 6 sesiones de práctica extravaginales, en las que el varón eyacula a la cuarta vez, se paso a la tercera fase.

 

Fase 3 (Realización del acto sexual): Los primeros intentos de coito se realizaron haciendo que "R" se colocara encima de "D" (posición femenina superior). "D" colocó sus manos sobre las caderas de ella. La esposa descendía sobre el pene erecto y esperaba la señal de él para comenzar la estimulación. El paciente permaneció quieto, mientras guiaba y controlaba las contracciones pélvicas de la esposa con sus manos. Se empleó una vez más el procedimiento de "detención-arranque", deteniendo ella los movimientos pélvicos al alcanzar él un nivel preorgásmico. El pene permaneció entonces quieto en la vagina hasta que desaparecía la sensación, volviendo luego a reanudarse el movimiento. El paciente no debía permitir que se produjera el orgasmo hasta la cuarta repetición. Después de alcanzar el control por este medio, se instruyó al "D" para repetir la experiencia en la posición femenina superior, pero esta vez moviéndose también él y utilizando una vez más el sistema de parada arranque.

 

Una vez dominada la posición femenina superior, se le pidió a la pareja que intentara el acto sexual en la postura de costado de nueva cuenta con el sistema de parada arranque.

 

Ya que la postura más difícil para controlar el orgasmo es la del varón en posición superior, por ser la más estimulante, es la que se practicó en último término. Se le sugirió a la pareja repetir los ejercicios de detención-arranque de vez en cuando, si fuera posible una vez cada dos semanas, tras la terminación del tratamiento. Y se insistió una y otra vez en el hecho de que "D" debería en todo momento centrar, durante el juego amoroso, su atención en sus sensaciones sexuales.

 

Se hicieron sugerencias relativas a la expresión sexual de la esposa durante este período apuntando a dejar que goce el máximo de placer sin interferir la tarea terapéutica principal, que es la de que "D" se concentre en la estimulación erótica sin distracciones. Para tratar la situación erótica de "R" se estableció que "D" la llevaría al orgasmo (ya sea antes o después de que él hubiera eyaculado) mediante la estimulación que ella eligiera (manual, oral, mecánica). Fue importante darle a él "permiso" para ignorar temporalmente las necesidades de su compañera durante las fases iniciales del tratamiento, a fin de liberarse de las preocupaciones y dejar que se concentrara exclusivamente en sus propias experiencias eróticas. Este enfoque de la atención dentro de una experiencia heterosexual es el "ingrediente activo", esto es el factor curativo en el tratamiento de la eyaculación precoz.

 

 

RESULTADOS

 

La pareja efectúo durante tres días, por tres semanas, el primer ejercicio (la esposa masturbaba al paciente sin utilizar lubricante). Durante la primera semana, los dos primeros días en que realizaron el ejercicio, "D" eyaculó antes de cumplir el criterio establecido, a la primera y tercera vez y no hasta la cuarta. "D" reporta que se distraía pensando en que se tenía que aguantar y que sólo tenía que eyacular a la cuarta vez, y no se concentraba en las sensaciones preorgásmicas.

 

A partir del tercer ensayo de la primera semana logró completar el ejercicio con éxito (eyacular a la cuarta vez). "D" refiere que logró terminar el ejercicio porque siguió las instrucciones al pie de la letra, y sólo se concentraba en lo que sentía en el pene. Además mencionó que con los ejercicios siente que su pene es más grande y más grueso.

 

Debido a que el paciente no asistió a la terapia por dos semanas, no se pudo pasar de inmediato al siguiente ejercicio, aún cuando se cumplió el criterio establecido.

 

El segundo ejercicio (la esposa lo masturbaba utilizando lubricante), se efectúo por tres días durante dos semanas, logrando obtener el 100% de éxito en los seis ensayos realizados. "D" informó que notaba que con el lubricante aparecían más rápido las sensaciones premonitoras, al igual que cuando tenía muchos deseos de realizar el acto sexual. Además dice sentirse más tranquilo porque puede contener la eyaculación más tiempo.

 

Los resultados de la siguiente fase que incluye la realización del acto sexual en la posición femenina superior y lateral indican que el criterio de éxito se cumplió al 100%, en los cinco ensayos realizados durante tres semanas para la primera posición y en los seis ensayos realizados durante dos semanas para la posición lateral.

 

El tratamiento se continuo durante dos semanas más, en las cuales la pareja realizó, con éxito, el acto sexual durante cuatro ocasiones.

 

Al término del tratamiento, "D" mencionó que percibía haber mejorado tanto en el ámbito laboral como en el familiar. En el laboral, porque ya no se la pasaba pensando en su "problema" (eyacular en menos de un minuto), y realizaba mejor las cosas ya que ponía más empeño en lo que hacía. En el familiar, porque ahora convivía más con sus hijos y se siente más unido a su familia.

 

Después de dos meses de seguimiento, D seguía manteniendo el control voluntario sobre su reflejo eyaculatorio, se mostraba contento y optimista y manifestaba que la relación con su pareja iba cada día mejor y que ahora estaban trabajando para que ella también quedará satisfecha durante el acto sexual.

 

 

CONCLUSIÓN Y DISCUSIÓN

 

La instrumentación del tratamiento puede parecer a primera vista relativamente simple., y esto porque afortunadamente se contó con la plena disposición de ambos miembros de la pareja para participar activamente en la terapia. Es de resaltar la participación que tuvo la esposa de D. ya que no es nada fácil encontrar a una compañera que, pese a la historia de repetidas situaciones de insatisfacción, se muestre tan cooperativa y que además logre tener un entendimiento tan claro del principal objetivo de la terapia, que se centra en su esposo y no en ella. Este caso ilustra un método eficaz de tratamiento de la eyaculación precoz, en donde no hubo necesidad de vencer las diferentes complicaciones que a menudo surgen en el campo de la sexoterapia (por ejemplo, resistencia por parte de la esposa para cooperar). Ejemplifica además que los síntomas sexuales son el producto de la interacción de dos compañeros y que la calidad de su interacción es el producto del ajuste sexual conseguido por ambos. Por lo cual no es de sorprender que una mejora considerable en el funcionamiento sexual de uno de los cónyuges alterará el sistema marital. Es un hecho que ambos cónyuges se suelen beneficiar de los cambios en el funcionamiento sexual. Pero al principio el proceso de cambio puede mobilizar una ansiedad y una resistencia que hay que manejar con habilidad para que el tratamiento tenga éxito.

 

Aparte de mejorar la continencia en la eyaculación, el proceso terapéutico puede ensanchar también las actitudes sexuales de la pareja y producir además una relación más íntima en ella.

 

Sin embargo, es necesario tener claro que cuando se cura un caso de eyaculación precoz, la curación del síntoma no supone la curación del resto de las dificultades que giran alrededor de la pareja.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Alvarez, J.L. (1987). La condición sexual del mexicano. México: Grijalbo.

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