La Hipnosis, la Motivación y el Género en el Control del Dolor
Vargas Flores José de Jesús1, Rodríguez García Francisco2, Ibáñez Reyes E. Joselina 3, González Rivera Virginia4,  y Ramírez Guerrero E.M. Maricela5.
Universidad Nacional Autónoma de México
Campus Iztacala
 
 

RESUMEN

En los estudios sobre hipnosis se ha observado que la motivación juega un papel importante para la obtención de dichos resultados, además de otras variables como el género. El objetivo del presente trabajo fue observar las diferencias entre hombres y mujeres, en la tolerancia e intensidad del dolor. En esta investigación se utilizaron 10 hombres y 10 mujeres los cuales se dividieron en tres grupos: grupo A (mujeres), grupo B (hombres) y grupo C (mujeres y hombres con motivación). Se tomó el tiempo que duraron frente al estímulo nocivo y se midió la intensidad del dolor de acuerdo con la Escala Numérica Simple de Hilgard. Se encontró que no existen diferencias significativas entre los hombres y las mujeres, tampoco hubo diferencias significativas con el grupo donde se aplicó el estímulo motivacional. Finalmente se puede decir que la hipnosis influyó tanto en la tolerancia como en la intensidad del dolor y en algunos casos en su eliminación. Descriptores: hipnosis, control del dolor, teorías de dolor, género.
 
 

ABSTRACT

In the hypnosis studies it has been observed that the motivation has an important role for the obtaining those results, also of other variables as the gender. The objective of this work was to observe the differences between men and women, in the tolerance and intensity of pain. In this investigation were used 10 men and 10 women that were divided into three groups: group A (women), group B (men) and grout C (women and men with motivation). It took the time that used in front of a harmful stimulus and it measured the pain intensity in agreement with the Hilgard’s Simple Numeric Scale. It found that there doesn’t exist significant differences between men and women, nor it wasn’t significant differences in the group where it applied the motivational stimulus. Finally it can say that the hypnosis influenced as much as the tolerance as the intensity to pain and in some cases it’s elimination. Descriptors: hypnosis, control of pain, pain theories, gender


 
 
 
 
 
 
 

1Profesor Titular del Área de Psicología Clínica. Jefe del Área de Psicología Clínica. E.mail: jesusvargas@hotmail.com
2 Profesor del Área de Desarrollo y Educación.
3 Profesor Asociado del Área de Psicología Experimental
4 Psicóloga Egresada de UNAM Campus Iztacala
5 Profesor Titular del Área de Psicología Experimental
Este trabajo fue apoyado por el proyecto de Psicologia de la Salud DGAPA/PAPIIT/IN303199
 
 
 
 

La hipnosis ha sido un tema de gran controversia, cabe señalar que a lo largo de su historia ha sido utilizada no solo con fines de lucro sino también con propósitos terapéuticos (reducir de peso, controlar la ansiedad, partos psicoprofilácticos, enfermedades terminales, cirugías sin anestesia, etcétera). Por esta razón es importante que todo psicólogo clínico conozca las bases fundamentales de este tema para poder manejarlo en determinado momento como un método terapéutico. El presente trabajo tiene como principal fuente conceptual la teoría de los planes propuesta por Miller, Galanter y Pribram (1983), ya que de acuerdo con nuestro punto de vista esta teoría explica satisfactoriamente el fenómeno de la hipnosis, dicha teoría supone que, en condiciones normales, una persona en estado consciente está construyendo y revisando constantemente planes (un plan es cualquier proceso jerárquico que puede controlar el orden en el que se tiene que realizar una secuencia de operaciones) más o menos coherentes respecto a su propia conducta, los planes voluntarios más elaborados implican una explotación autoconsciente del lenguaje. El habla interior constituye el material del que están hechas nuestras voluntades. Cuando se quiere hacer algo, uno puede imaginar lo que hace y a medida que nos concentramos en esa tarea nos repetimos a nosotros mismos, a un nivel infravocal, nuestras propias instrucciones verbales. La mayoría de los psicólogos conductistas desde J. B. Watson, han recalcado el hecho conocido de que la mayor parte de nuestra actividad planificada se representa subjetivamente como una escucha de lo que nosotros mismos hablamos. La hipnosis no es otra cosa, diferente a esto, excepto que la persona hipnotizada escucha a una voz que no es la suya, hablar de su plan, esta voz no es más que la del hipnotizador. Entonces el sujeto entrega su habla interior al hipnotizador.

Se supone que una persona que este despierta puede hacer dos cosas si oye los planes sugeridos: o bien los hace suyos, o bien los rechaza en atención a su propia planificación personal. Pero un sujeto hipnotizado ha dejado de hacer sus propios planes, y por lo tanto no puede haber ningún problema de coordinación, ninguna posible traducción de la versión del hipnotizador a la versión propia. La versión del plan que ofrece el hipnotizador es la única que el hipnotizado posee y por lo tanto, la ejecuta.

Por otra parte, consideramos que es importante mencionar que la hipnosis ha sido utilizada con diversos propósitos terapéuticos, de los cuales mencionaremos algunos, por ejemplo, se ha usado la hipnosis para reducir de peso, para controlar la ansiedad, para recordar situaciones traumáticas, en el deporte; se ha ocupado para tener un mejor rendimiento, y también ha servido para tolerar el dolor en partos psicoprofilácticos y en enfermedades terminales como el cáncer.

Se han reportado un sin número de intervenciones quirúrgicas con analgesia y anestesia hipnótica como método para controlar el dolor, Chertok (1985), da una lista de tales casos entre los cuales se encuentran las operaciones de: cesárea, ablación del seno, injerta de piel, cirugía cardiaca, cirugía de cataratas, fracturas, histerectomía vaginal, resección de la próstata, reparación de mentón desgarrado de un niño, etcétera. La aplicación de la hipnosis en el control del dolor es un fenómeno que cobra gran interés y para entenderlo es preciso hablar primeramente de la teoría del control de la entrada.

De acuerdo con Melzack y Wall (1965) esta teoría acepta la distinción anatómica entre dos sistemas neutrales de conducción que van de la médula espinal a los centros cerebrales más elevados, en cuanto algunos impulsos han entrado en la médula como consecuencia de estimulación periférica. Uno de estos puntos es en lo primordialmente informativo al llevar datos sobre la ubicación e intensidad del estímulo, con poca relación con su toxicidad o evitación.

A este sistema se le llama sensorial-discriminador. El otro esta relacionado con las estructuras situadas cerca del centro del cerebro, relacionadas con la motivación y emoción, el cual recibe el nombre de sistema motivacional afectivo. Este se ocupa de manera principal del sufrimiento que causa el dolor.

La teoría de la entrada se basa en una hipótesis sobre la modulación del dolor conforme es afectado por impulsos transmitidos por los dos sistemas. La hipótesis dice que las fibras largas y pequeñas de la médula espinal interactúan de tal modo que afectan la información del dolor que se transmite a los centros más elevados.

Por otra parte, según Caballo (1991), se ha demostrado que uno de los empleos más eficaces de la hipnosis es en el control del dolor, ya que la hipnosis es utilizada a menudo por cirujanos en caso de alergia a la anestesia. Por lo que este método ha demostrado que el dolor es un fenómeno tanto psicológico como físico, es decir, la gente se da cuenta del dolor a causa de factores cognitivos, perceptivos, emocionales, conductuales e interpersonales.

Una de las investigaciones más relevantes relacionada con el dolor y la hipnosis es la hecha por Hilgard, Morgan y Mcdonald (1975), en la cual informan de experimentos en los que se aplicó el dolor opresor frío. Utilizaron dos procedimientos experimentales para reducir el dolor: la sugestión directa de entumecimiento y el "brazo ausente", y se emplearon la opresión automática de teclas y el habla automática. Encontraron resultados positivos a favor de la sugestión directa de entumecimiento

Otra investigación interesante es la de Knox, Gekoski, Mclaughlin y Shum (1981), quienes compararon de manera directa los efectos de reducción de dolor con hipnosis y con acupuntura, el dolor era producido por inmersión de la mano en agua con hielo, y encontraron que la hipnosis es más efectiva que la acupuntura.

Chertock (1985), de acuerdo con los resultados obtenidos en sus investigaciones, llega a la conclusión de que es posible provocar una analgesia importante bajo hipnosis con ayuda de sugestiones verbales. Demuestra asimismo que las sugestiones no son por sí mismas suficientes, puesto que su efecto depende del estado de conciencia del sujeto.

Brown y Farthing (1984), hicieron una investigación sobre la sugestión y distracción en control del dolor en la que participaron 48 mujeres y 48 hombres con una edad entre 18 y 30 años. El experimento consistía en observar cómo los factores psicológicos afectan la respuesta al dolor que es producido por introducir su brazo en agua fría.. El resultado fue que la combinación de la sugestión y distracción no fueron más efectivos que las otras variables en la reducción del dolor. Sin embargo, solamente los sujetos altamente hipnotizables tuvieron éxito en la distracción dentro del control del dolor.

Por otra parte Miller y Bower (1986) investigaron la influencia de la habilidad hipnótica en tres métodos de reducción del dolor opresor frío. Utilizaron 30 sujetos con alta susceptibilidad a la hipnosis y otros 30 con baja susceptibilidad, fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres grupos: 1) inoculación de estrés, 2) hipnosis, y 3) analgesia hipnótica. Entre los sujetos que recibieron la analgesia hipnótica, los sujetos altamente hipnotizables reportaron significativamente menor intensidad de dolor que los sujetos con baja susceptibilidad. No hubo diferencias en las respuestas de los sujetos con alta susceptibilidad y los sujetos con baja susceptibilidad en la condición de inoculación de estrés y en la condición de hipnosis. Además, los sujetos en la condición de inoculación de estrés reportaron usar estrategias cognitivas para reducir el dolor, mientras que este no fue el caso de los sujetos en la condición de analgesia hipnótica.

Hájek, Kyhos y Radil (1992), utilizaron en una investigación 8 sujetos con eczema atópico y 6 sujetos sanos, todos fueron sugestionados para sentir dolor en la parte alta de la espalda. Se encontró un promedio de incremento de la temperatura de la piel de 0.6 ºC, esto ocurrió bajo la condición de hipnosis. Los pacientes con eczema atópico incrementaron el umbral del dolor antes del experimento por medio de repetitivas sugestiones de analgesia, estos sujetos reportaron no sentir dolor, pero el cambio de temperatura en la piel fue igual en ambos casos. Los resultados sugieren que los cambios en el umbral del dolor inducido por hipnosis, ocurrió en el Sistema Nervioso Central.

En otra investigación, Kiernan, Dane y Price (1995) utilizaron 17 sujetos, 9 hombres y 8 mujeres entre 25 y 45 años de edad, a quienes se les aplicó la Escala de Susceptibilidad Hipnótica de Stanford y posteriormente la Escala Análoga Visual Mecánica (VAS-M). Los mecanismos de la analgesia hipnótica fueron examinados por cambios en el reflejo nocioceptivo, durante la reducción de sensación de dolor en estado de hipnosis. La relación entre la analgesia hipnótica afectiva y la reducción en el R-III es significativa. La reducción en el R-III fue de un 67% y un 51% de la varianza, en la reducción del dolor fue de 75%. Los resultados sugieren que los tres mecanismos generales pueden implicar la analgesia hipnótica. La primera implicación es por la reducción en el R-III que es relacionado con mecanismos nocioceptivos de la médula espinal. La segunda implicación en la reducción de la sensación de dolor, pueden ser los mecanismos cerebrales que sirven para prevenir el dolor conscientemente. El tercero implica la reducción del dolor y más allá de la reducción, puede estar relacionado con la reducción selectiva en la dimensión afectiva.

Kiernan y Colaboradores (1995; citado en Sharav y Tal, 1995) argumentan que han examinado el reflejo nocioceptivo durante la analgesia hipnótica, relacionado con la amplitud del reflejo hacia la reducción de sensación de dolor, discutiendo y analizando la posible intención de mecanismos la actividad refleja y las modalidades sensoriales.

Sin embargo, Sharav y Tal (1995), cuestionan si su estudio es una examinación válida de la analgesia hipnótica o los efectos hipnóticos en la actividad refleja, por las siguientes razones. Primera, la reducción en el reflejo nocioceptivo del bíceps feroms atribuida a la analgesia hipnótica puede ser también logrado por otros medios no específicos tales como una tarea mental.

Segundo, no escogieron a los sujetos en base a una escala de alta y baja hipnotizabilidad.

Tercero, no controlaron el método que usaron para diferenciar entre hipnosis específica y analgesia placebo.

Finalmente, Kiernan solamente usó un nivel de intensidad de estímulo, la diferencia entre analgesia hipnótica y placebo es verdaderamente insignificante. Hay estudios que indican que un multinivel de intensidad de analgesia hipnótica comparada con el placebo puede cambiar la demostración de la diferencia entre hipnosis y placebo produciendo analgesia.

Por otro lado, Gracely (1995) argumenta que realmente Kiernan ha usado el reflejo nocioceptivo y separado medidas verbales de la intensidad y componentes desagradables de la sensación del dolor en una triple inferencia jerárquica del sistema del control del dolor que es activado de algún modo por sus procedimientos hipnóticos. Según Gracely, Kiernan identificó un método basado en tres suposiciones:

1. La atenuación del reflejo nocioceptivo puede ser asociada con la atenuación del dolor en niveles espinales, ambos son cohibidos por el sistema de control descendente.

2. La reducción en la intensidad percibida de la sensación de dolor evocada representa atenuaciones espinales y los efectos de mecanismos inhibitorios adicionales supraespinales.

3. La reducción en la manera desagradable de las sensaciones representantes del dolor tanto el sistema sensorial de inhibición y los efectos del sistema afectivo que determina el valor de desagrado que es asociado con una intensidad específica del dolor.
 
 

En un estudio conducido por Weisenberg y Swar (1995), participaron 80 sujetos, 40 hombres y 40 mujeres con una edad entre 18 y 44 años. Se utilizó material fílmico que fue clasificado como interesante, repulsivo y de humor. El estímulo causante del dolor fue el método de dolor opresor frío.

Los resultados indican que los estímulos de humor y de repulsión incrementaron significativamente la tolerancia al dolor comparados con los resultados de los otros estímulos. No hubo diferencia significativa entre la tolerancia al dolor del grupo de humor y del grupo de repulsión.

Por otra parte hablando del ámbito psicológico es importante remarcar que la motivación es uno de los primeros requisitos que debe estar presente, para que un sujeto se someta voluntariamente a participar incondicionalmente en una sesión hipnótica, y también como lo vimos en la teoría del control de la puerta, tiene una amplia relación con el proceso de sensación del dolor, por lo que consideramos importante tratar este tema de manera más amplia.

Mankeliunas (1987) define a la motivación como una respuesta a un estímulo que lleva a un organismo a tener una determinada conducta, dirigida a un objetivo o finalidad. La motivación tiene como características la direccionalidad hacia metas definidas lo cual lleva a los individuos a comportarse de determinada manera para alcanzar las metas y/o satisfacer sus necesidades ya sean biológicas o psicológicas. Por lo cual los motivos pueden ser de tipo biológicos o psicológicos.

Así mismo se considera que tanto en el hombre como en la mujer; la educación, la familia y los medios de comunicación son factores esencialmente importantes que pueden influir de manera directa en la motivación. ya sea a nivel de procesos intelectuales creativos o de tolerancia al dolor, por lo que consideramos pertinente presentar las siguientes investigaciones:

En una investigación Gordon, O´Dell y Bozeman (1981) seleccionaron 25 hombres y 25 mujeres a quienes se les aplicaron pruebas de índole neuropsicológico. Ellos encontraron que existen diferencias significativas entre hombres y mujeres, ya que los hombres tuvieron una mejor ejecución en dos medidas de fuerza y las mujeres mostraron menos errores al escribir con la mano izquierda, lo cual confirma la hipótesis de que el hombre es más fuerte que la mujer y que ésta tiene mayor facilidad para hacer tareas que impliquen actividades relacionadas con la motricidad fina.

Por otro lado Gackebach y Averbach (1983) utilizaron 34 hombres y 81 mujeres a los que se les pidió que se aprendieran sílabas sin sentido acompañadas de diapositivas de hombres y mujeres con roles sexuales apropiados e inapropiados. Se les aplicó el Cuestionario Estándar rol-sexual, para determinar las desaprobaciones individuales de los roles sexuales. Encontraron que las sílabas que hicieron juego con diapositivas de hombres haciendo actividades inapropiadas para su sexo fueron aprendidas más rápido que las de hombres ocupados en actividades apropiadas para su sexo, se encontraron diferencias semejantes para las diapositivas de las mujeres. Estos autores concluyen que las actitudes de los hombres y de las mujeres hacia los roles sexuales pueden afectar el resultado de una tarea.

Por otra parte, Otto y Dougher (1985) Investigaron las relaciones entre niveles moderados de masculinidad-feminidad, y respuestas al dolor en hombres y mujeres. Los resultados sugieren que la variable puede influir más en los hombres que en las mujeres con respecto al umbral y tolerancia al dolor. En conclusión, el análisis de esta interacción indicó que los hombres tuvieron una correlación más significativa que las mujeres entre masculinidad-feminidad y dolor, ya que los hombres definidos como altamente masculinos fueron asociados a un umbral mayor de dolor.

En otra investigación Feine, Miron, Bushnell y Duncan (1989), compararon las diferencias de género de los participantes en la percepción del dolor, usaron técnicas análogas visuales en un juego que fue llevado a cabo en dos sesiones experimentales, en la cuales se les aplicó a los sujetos un estímulo nocivo de temperaturas extremas siendo la mínima de 1ºC y la máxima de 50ºC. Durante la primera sesión todos los sujetos demostraron mayor intensidad de dolor al estímulo nocivo y en la segunda sesión las mujeres discriminaron más entre los grados de los estímulos nocivos que los hombres. Este estudio indica que las mujeres son más sensibles al dolor que los hombres. La diferencias del género en la percepción del dolor reflejan diferencias psicológicas del procesamiento del dolor de acuerdo con lo que reportaron los sujetos.

En 1991, estos mismos autores compararon la percepción del dolor entre hombres y mujeres usando un estímulo nocivo experimental que consistía en temperaturas extremas. El estudio incluye la aplicación de una escala visual análoga y de un test de analgesia simulada. El estímulo se presentó durante dos sesiones experimentales. En suma, los datos sugieren que las mujeres discriminan más la intensidad de dolor que los hombres ya que produjeron más respuestas ante el estímulo en las dos sesiones. Las diferencias observadas en la discriminación nocioceptiva entre hombres y mujeres confirma que el sexo (género) influye en la percepción del dolor y probablemente esto tenga que ver con otros factores como las diferencias en la actitud o en la respuesta emocional.

Finalmente, para darle continuidad a lo que hemos visto a lo largo de este trabajo pensamos en aplicar la hipnosis como medio de control del dolor en una situación experimental. Por lo que los aspectos metodológicos, resultados y conclusiones los trataremos a continuación.
 
 

MÉTODO

Sujetos:10 hombres y 10 mujeres, estudiantes de la UNAM Campus Iztacala. Con una edad que fluctúa entre los 18 y 20 años.

Material: Hojas de registro, cronómetro, agua, cubeta, hielo y termómetro.

Escenario: Cubículos ubicados en la Clínica Universitaria de Salud Integral (CUSI).El cubículo tenía un área aproximada de 2.5 x 3 m. El mobiliario con que cuenta el cubículo es un sillón tipo reposet, un escritorio y tres sillas.

Procedimiento: El grupo "A" estaba compuesto por 5 mujeres, que de forma individual fueron hipnotizadas por medio de la sugestión directa y se utilizó la técnica de relajación progresiva y levitación de la mano. Colocamos al sujeto recostado en el reposte y se le dieron las siguientes instrucciones: Piensa en alguna escena agradable y tranquila...Mientras lo haces... permite que tus músculos se aflojen y se suelten... Primero los de la pantorrilla... luego los muslos... A medida que te relajes, sentirás una sensación de pesadez en las piernas... El relajamiento se va extendiendo por todo su cuerpo... Mientras esto sucede... tu te sientes más soñoliento... Sientes tus párpados cada vez más pesados...Los ojos se te quieren cerrar... En este momento se te cierran y ¡Dormirás!.

Después se llevó a cabo el procedimiento para la reducción del dolor que consistió en aplicarle sugestiones de anestesia de guante, se le decía al sujeto: "un anestésico fue inyectado en tu hombro..., sientes un ligero cosquilleo en tu brazo... y la anestesia empieza a producir efecto por lo que tu mano y tu brazo se tornaran insensibles... te hemos puesto un guante en tu mano con un relleno acolchonado que te cubre hasta el codo y que permite que tu brazo tenga una temperatura muy agradable..., este guante es tan grueso que si te pincháramos con una aguja ésta no llegaría a tu piel..."

Posteriormente se les aplicó el método de dolor opresor frío, es decir, cada sujeto metió la mano en una cubeta que contenía agua con hielo a la cual tenía una temperatura entre de 1ºC y 2ºC, se le pidió al sujeto que diera informes cada cinco segundos, sobre el grado de dolor que estaba sintiendo, los informes los dieron con base en la escala numérica simple utilizada por Hilgard (1990). En esta escala, si el sujeto siente un dolor mínimo será "1", si siente un dolor más fuerte será "5" y si siente un dolor insoportable será "10". Los informes que el sujeto proporcionó fueron recolectados en una hoja de registro y se tomó el tiempo que se mantuvo sumergida la mano del sujeto en la cubeta con agua y hielos. Se llevó a cabo el mismo procedimiento con los sujetos en estado de vigilia.

El grupo "B" lo formaron 5 hombres, con quienes se llevó a cabo el mismo procedimiento que con los sujetos del grupo "A", es decir, que forma individual y en estado de hipnosis se les aplicó la técnica de anestesia de guante para reducir el dolor, para después aplicarles el método de dolor opresor frío, que consistió en que el sujeto metiera la mano en una cubeta que contenía agua con hielo, solicitándole que diera informes cada cinco segundos del grado de dolor que estaba sintiendo; los informes se dieron, en base en la escala numérica simple anteriormente mencionada (utilizada por Hilgard, 1990). Los informes que el sujeto reportó fueron recolectados en una hoja de registro (ver anexo). Así mismo se tomó el tiempo en que la mano del sujeto tardó sumergida en el agua. Se llevó a cabo el mismo procedimiento con los sujetos en estado de vigilia.

El grupo "C" estuvo constituido por 5 mujeres y 5 hombres, que en estado de hipnosis se les aplicó el método de dolor opresor frío por parejas que eran integradas por un hombre y una mujer a quienes se les aplicó un "estimulo motivacional" que consistió en una situación de competencia, es decir, se sentó a un sujeto frente al otro (una mujer frente a un hombre) se le dijo a cada sujeto que tratara de permanecer más tiempo que su compañero con la mano sumergida en el agua, ya que teníamos que observar ¿quien tenía mayor tolerancia al dolor, si los hombres o las mujeres?. También se les dijo: "vamos a ver quien de los dos es más fuerte"... "Dicen que los hombres son más fuertes que las mujeres y también dicen que las mujeres resisten más el dolor que los hombres, ¿será cierto?"... Posteriormente se les dieron sugestiones de hipnosis por medio de la técnica de relajación progresiva y levitación de la mano, para después aplicarles las sugestiones de anestesia de guante. Cada cinco segundos, los sujetos dieron informes del dolor que estaban sintiendo, estos informes se basaron en la escala numérica de Hilgard, los cuales también se registraron en una hoja, y se tomó el tiempo que tardó sumergida la mano de cada sujeto en el agua. Se llevó a cabo el mismo procedimiento con los sujetos de este mismo grupo en estado de vigilia.
 
 
 

GRUPOS
SUJETOS
ESTADO DE

VIGILIA

ESTADO DE HIPNOSIS
A
5 MUJERES
DOLOR OPRESOR FRÍO
DOLOR OPRESOR FRÍO
B
5 HOMBRES
DOLOR OPRESOR FRIO
DOLOR OPRESOR FRIO
C
5 MUJERES Y 5 HOMBRES EN SITUACIÓN DE COMPETENCIA
DOLOR OPRESOR FRIO
DOLOR OPRESOR FRIO

Tabla 1. En esta tabla podemos observar que el grupo A esta constituido por 5 mujeres y el grupo B lo integran 5 hombres. Por su parte el grupo C lo integran 5 mujeres y 5 hombres los cuales estuvieron en una situación de competencia. A todos los grupos se le aplico el método de dolor opresor frío en estado de vigilia y en estado de hipnosis

RESULTADOS

Los resultados fueron analizados con la prueba estadística T de Student del programa Microsot Excel de Window 95.

De acuerdo con nuestros resultados encontramos que en el grupo "A" el promedio del tiempo que tardaron los sujetos con la mano sumergida en el agua en estado de hipnosis fue mayor que en estado de vigilia (16´27" > 1´9") y para observar si la diferencia es significativa, se aplicó la T de Student con un nivel de significación de 0.05. Se encontró que el valor calculado es mayor que el valor de tablas (3.1336 > 2.776) por lo que se puede afirmar que existe una diferencia significativa entre el tiempo que duraron con la mano inmersa en el agua en estado de hipnosis y en estado de vigilia

El grupo "B" tuvo un promedio de tiempo en estado de vigilia de 4´ 52" menor que el promedio en estado de hipnosis que fue de 27´31". La aplicación estadística de la prueba T de Student dio como resultado que el valor calculado (5.1839) fue mayor que el valor de tablas (2.776), por lo que el promedio del tiempo en estado de vigilia difiere significativamente del promedio del tiempo en estado de hipnosis.

Los sujetos del grupo "C" tuvieron un promedio de tiempo con la mano sumergida en el agua en estado de hipnosis mayor que en estado de vigilia (24´43" > 3´50"). Para observar si la diferencia es significativa, se aplicó la T de Student y se encontró que el valor calculado es mayor que el valor de tablas (5.5261 > 2.266), dando como resultado una diferencia significativa entre el tiempo que los sujetos duraron en estado de hipnosis y el tiempo que duraron con la mano sumergida en estado de vigilia.

En el mismo grupo "C" encontramos que el promedio de tiempo de las mujeres (27´18") fue mayor que el promedio del tiempo de los hombres (21´52"). Sin embargo, al aplicarse la T de Student, se observo que el valor calculado (.10035) es menor que el valor de tablas (2.776), por lo que no hay una diferencia significativa, entre el promedio de tiempo de las mujeres y el promedio de tiempo de los hombres.

Comparando el tiempo de duración con la mano sumergida en el agua en estado de hipnosis de los grupos "A" y "B" encontramos que el promedio del tiempo de las mujeres del grupo "A" fue menor que el promedio del tiempo de los hombres del grupo "B" (16´27" < 27´31") y para observar si la diferencia es significativa se aplicó la prueba estadística T de Student y se encontró que el valor calculado es menor que el valor de tablas (.00464<2.776), por lo que no hay una diferencia significativa entre el tiempo de los sujetos del grupo A y el tiempo de los sujetos del grupo B.

Por otra parte se hizo una comparación de tiempo entre las mujeres del grupo "A" y las mujeres del grupo "C", cabe señalar que esta comparación se hizo en estado de hipnosis. De acuerdo con nuestros resultados, el promedio del tiempo de las mujeres del grupo "A" (16´27") fue menor que el promedio del tiempo de las mujeres del grupo "C" (27´18"). La aplicación de la T de Student, dio como resultado que el valor calculado (.00082) que fue menor que el valor de tablas (82.776), por lo que no hay una diferencia significativa entre el tiempo de las mujeres del grupo "A" y el tiempo de las mujeres del grupo "C".

Por último, comparando el tiempo de los hombres del grupo "B" y el tiempo de los hombres del grupo "C", ambos grupos en estado de hipnosis, se observo que los hombres del grupo "B" tuvieron un promedio de tiempo de 27´31" mayor que el promedio de tiempo de los hombres del grupo "C" que fue de 21´32" y al aplicarse la T de Student, se encontró que el valor calculado fue menor que el valor de tablas (0.120 < 2.776), dando una diferencia no significativa entre los hombres del grupo B y los hombres del grupo C.
 
 

DISCUSIÓN

De acuerdo con los resultados observados encontramos que el tiempo de sumersión en el agua en todos los grupos en estado de hipnosis fue mayor que en estado de vigilia. Por lo que podemos afirmar que la hipnosis tuvo éxito en el control del dolor y nuestros resultados coinciden con las investigaciones presentadas por: Hilgard y Mcdonald (1975), Kiernan y Dane (1995), Chertok (1985) y Gracely (1995); todos ellos encontraron una reducción considerable del dolor en estado de hipnosis.

En cuanto a los resultados obtenidos en los grupos A y B, podemos decir que la hipnosis contribuyó de manera efectiva para disminuir el dolor sin que existiera una diferencia significativa entre hombres y mujeres. De igual manera sucedió con los sujetos del grupo C, no hubo diferencia significativa entre hombres y mujeres, a pesar de haber estado en una situación de competencia, la cual se suponía iba a aumentar la tolerancia al dolor.

Esto se contradice con los resultados encontrados en la investigación de Weisenberg (1995), donde los hombres tardaron más tiempo que las mujeres con la mano sumergida en el agua, el estímulo que utilizó como causante de dolor fue el mismo utilizado en nuestra investigación. Nosotros pensamos que la contradicción de los resultados se debe probablemente a la utilización de la hipnosis como método de control del dolor. Weisenberg utilizó para disminuir el dolor materiales fílmicos a diferencia de nosotros, que utilizamos la hipnosis como método para controlar el dolor.

Así mismo, Gordon, O´Dell y Bozeman (1981), Gackebach y Averbach (1983), Otto y Dougher (1985) y Feine, Miron, Bushnell y Duncan (1991), en sus investigaciones sus resultados difieren de los nuestros ya que encontraron diferencias significativas entre hombres y mujeres con respecto a la tolerancia al dolor.

Creemos que existe la posibilidad de que la hipnosis tenga el mismo grado de influencia en la tolerancia del dolor en hombres y en mujeres, es decir, la hipnosis actúa de la misma manera tanto en hombres como en mujeres, cuando se trata de controlar el dolor.

Por otra parte, en la comparación de los hombres del grupo C con los hombres del grupo B; y la comparación de las mujeres del grupo C y las mujeres del grupo A, la diferencia tampoco fue significativa. Nosotros suponíamos que al estar el grupo C (hombres y mujeres) en una situación de competencia como estímulo motivacional, tendrían una tolerancia mayor al dolor, que los sujetos de los grupos A y B, pero esto no sucedió así.

Ahora bien, tomando en cuenta que Melzack y Wall (citados en Hilgard, 1973) en su teoría del control de la entrada, argumentan que la motivación juega un papel muy importante en el proceso de control del dolor, ya que existe un sistema motivacional afectivo, el cual esta relacionado con las estructuras situadas cerca del centro del cerebro. Se decidió aplicar la situación de competencia al grupo con la finalidad de que esta situación actuara como estímulo motivacional y de esta manera se incrementara la tolerancia al dolor.

Otra variable a tomar en cuenta es que posiblemente la motivación utilizada (en este caso la situación de competencia) no tuvo la suficiente fuerza para incrementar la tolerancia al dolor, ya que los estereotipos de los roles sexuales están empezando a cambiar a medida que las mujeres aprenden el valor del logro. Y cada vez se hace más común la competencia del hombre y la mujer en diferentes aspectos. Aunque algunos sujetos al terminar la aplicación del procedimiento nos hicieron comentarios como: "Me sentía muy nerviosa de saber que estaba compitiendo"... "Me preocupaba saber si iba a ganar"... "Estaba concentrado en aguantar más"... "Sentí que estaba perdiendo"... "Trate de no pensar en la competencia"... "Quería sacar la mano pero me aguantaba".

Existe la posibilidad de que mientras más fuerte sea el motivo, mayor será la actividad y persistencia del organismo hacia fines o metas relacionados con este motivo. Debido a tal argumento nosotros nos preguntamos, ¿Nuestro motivo fue los suficientemente fuerte para alcanzar la meta deseada? Los resultados nos hacen pensar que no. Probablemente la actitud del sujeto hacia la hipnosis, explica la respuesta raquítica al estímulo motivante.

Whitaker (1987), afirma que la regulación de la temperatura, o el evitar los extremos de calor o frío, pueden ser un motivo biosocial muy fuerte, los receptores para el calor y el frío se distribuyen en toda la superficie del organismo. Cuando la temperatura que rodea los receptores se hace extrema, parten impulsos que llegan hasta el cerebro y se inicia una actividad para aliviar esta molestia. Los resultados obtenidos nos hacen pensar que este proceso de regulación de temperatura se hace más intenso y efectivo en estado de hipnosis debido a que todos los sujetos en este estado mantuvieron mayor tiempo la mano sumergida en el agua que en estado de vigilia.

Por tanto, concluimos que la hipnosis contribuye de manera positiva a aliviar el dolor, causado experimentalmente por el método de dolor opresor frío y la intensidad de dolor se reduce y en algunos caso se elimina.
 
 

CONCLUSIONES

Por lo que se pudo observar en los resultados de esta investigación encontramos que además de la hipnosis, hay muchos otros factores que juegan un papel importante para que la tolerancia al dolor se incremente por lo cual de manera general concluimos que:

? La hipnosis puede ser un método eficaz para disminuir el grado de dolor que un sujeto pueda sentir, ya que en estado de hipnosis la tolerancia al dolor aumenta significativamente, a diferencia del estado de vigilia.

? La motivación es un factor esencial en el proceso de hipnosis, ya que para que el fenómeno de la hipnosis pueda producirse, la motivación es uno de los primeros requisitos que debe estar presente, porque generalmente es casi imposible hipnotizar a una persona en contra de su voluntad. En nuestra investigación encontramos que la motivación no influye en la disminución del dolor, habría que estudiar este factor más minuciosamente en futuras investigaciones.

? Los roles sexuales determinan muchas de las conductas de los individuos. Pero al parecer de acuerdo con lo que se encontró en esta investigación, el género no esta relacionado con la tolerancia al dolor, ya que no encontramos pruebas de que pudiera existir alguna diferencia de la tolerancia al dolor entre hombres y mujeres.
 
 

Así mismo, pensamos que es conveniente para futuras investigaciones tomar en cuenta lo siguientes aspectos que podrían dar resultados distintos a los nuestros: 1) Utilizar un estímulo motivacional extrínseco (recompensa monetaria), ya que los resultados que se obtengan en el proceso de disminución del dolor dependerán de la fuerza que tenga la motivación. Pensamos que es importante considerar que tipo de estímulo motivacional se va utilizar (extrínseco o intrínseco) para que los sujetos puedan incrementar el nivel de tolerancia del dolor de manera más eficaz.

2) Aunque en nuestros resultados se encontró que el género no influye en la tolerancia al dolor valdría la pena tomarlo en cuenta ya que nuestros resultados se contradicen con la investigación de Weisenberg y Swar (1995), en donde sí encontraron diferencias significativas entre hombres y mujeres.

3) También es importante que se agrupen los sujetos de acuerdo a su susceptibilidad hipnótica. En diversas investigaciones se ha tomado en cuenta la susceptibilidad hipnótica ya que dependiendo de esta los sujetos responden de manera distinta a diversos estímulos (este factor pudo haber afectado las respuestas del sujeto en cuanto al grado del dolor que sintió).

4) Fueron pocos los sujetos utilizados lo cual pudo haber afectado los resultados de esta investigación por lo que se aconseja que se aumente el número de sujetos para obtener datos más precisos

5) Que no solo se tomen en cuenta los reportes verbales del dolor, si no que se mida la temperatura corporal, la presión sanguínea y la frecuencia cardiaca para establecer si hay cambios físicos en el momento en que el sujeto siente el dolor y observar como se modifican cuando éste se incrementa, todo esto con la finalidad de obtener resultados más objetivos.
 
 

En esta investigación podemos concluir que la hipnosis es una técnica de gran utilidad en todos los casos tanto en la disminución de la intensidad y duración del dolor, así como en la eliminación de este, lo cual reafirma el éxito que se puede obtener con esta técnica en el tratamiento del dolor. Dicha técnica puede sustituir en determinadas circunstancias al tratamiento con analgésicos cuando con este no se obtiene buenos resultados o implica un riesgo de salud para el individuo.
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