RESUMEN Se hace una presentación de la hipnosis haciendo énfasis en las propuestas de Milton Erikson. Se presentan y discuten las propuestas terapéuticas de Erikson tomando en cuenta las categorías diagnósticas de Zeig. Dentro del análisis, se enfatiza tanto variables del terapeuta como del paciente en la eficiencia de la hipnosis. Descriptores: Hipnosis, Hipnosis Eriksoniana, Categorías Diagnósticas.
ABSTRACT
A presentation about hypnosis and Milton Erikson proposes is presented. The therapeutic principles of Erikson is presented and discused and the concern of diagnostic categories of Zeig. In analysis, both patient and therapist variables are discuted in eficience of hypnosis. Descriptors: Hypnosis, Eriksonian Hypnosis, Diagnostic Categories.
*Profesora del Área
de Metodología.
La hipnoterapia es una forma de comunicación terapéutica directiva, basada en una relación estrictamente complementaria. El hipnoterapeuta induce un estado de trance en el paciente, poniéndolo en una situación que le permita usar su propia capacidad creativa para resolver problemas. Los diversos métodos hipnoterapéuticos tienen por objeto crear y estabilizar relaciones complementarias entre el paciente y el terapeuta, ya sea eludiendo la resistencia del paciente o haciéndola parecer infructuosa. En el marco de esta relación, el psicólogo es capaz de implantar sugerencias que alteran la patología en los esquemas de conductas e interpretación del paciente.
La hipnosis ha ido cobrando, cada vez, mayor interés para los terapeutas familiares, por su relación con la comunicación interpersonal y la conformación de la conducta individual. Si la sintomatología de un individuo tiene sentido en el contexto de la interacción familiar, debe existir un sistema interpretativo equivalente, consciente e inconsciente, en ese individuo. Por consiguiente, no es la realidad objetiva la que padece los síntomas, sino la imagen subjetiva que tiene un individuo de la realidad.
Según esta perspectiva, la terapia debe tender a modificar la cosmovisión subjetiva del paciente. El estudio de la hipnoterapia y de otras modalidades de comunicación terapéutica han hecho progresar la comprensión del procesamiento inconsciente de la información, permitiendo con ello influir, terapéuticamente, en esos procesos inconscientes. (Simón y cols. 1988)
Milton Erickson descubrió y describió muchos de los métodos creativos existentes para promover el cambio terapéutico mediante una técnica hipnótica. Erickson no concebía la hipnosis como una teoría en sí y por sí; a su juicio, era un accesorio de cualquier tipo de terapia, puesto que él consideraba que la influencia de la hipnosis sobre casi todas las formas de terapia no había sido plenamente aceptada. Sostenía que la mayoría de los enfoques terapéuticos tenían en sus orígenes algo que ver con la hipnosis.
Su enfoque también pecaba de poco ortodoxo porque no se limitaba a un solo tipo de terapia ni a una forma única de abordar un problema. Siempre buscaba un nuevo modo de lograr que el individuo reconociera sus propias capacidades de cambio; estaba dispuesto a hacer casi cualquier cosa, para efectuar dicho cambio. Su meta era ayudar al paciente; cualquier técnica, teoría o terapia era permisible y bienvenida.
Con relación al enfoque personal de Erickson, importa destacar que si bien creó muchos métodos permisivos y novedosos de hipnosis terapéutica, se mostró muy renuente a formular una teoría. No postulaba ninguna teoría explícita de la personalidad, porque estaba firmemente convencido de que ello limitaría la psicoterapia y haría que los psicoterapeutas actuaran con mayor rigidez. Él promovía la flexibilidad, la singularidad y la individualidad. (Zeigh, 1992).
Una de las piedras angulares
del enfoque ericksoniano es la aceptación y utilización de
las pautas de conducta y experiencia del paciente (y también de
las pautas de interacción social y familiar). Esto supone oír
lo que el paciente presenta en terapia, descubriendo y usando estas pautas
al servicio del cambio. Erickson siempre subrayo la utilización
de:
Erickson afirmaba que existían 5 razones para utilizar las categorías diagnósticas:
La segunda categoría que tiene que ver con la atención se refiere al estilo deatención que puede ser focalizado o difuso, cuyos rasgos son: a) Focalizada: Es una persona que solo presta atención a una cosa a la vez, analiza una sola cosa muy intensamente, como un rayo láser, b) Difusa: Es una persona que presta atención a varios aspectos al mismo tiempo, tengan o no que ver con la tarea a realizar.
La tercera categoría perceptual se refiere al sistema sensorial que el paciente emplea con mayor frecuencia, es decir, cuál de los sentidos perceptuales prefiere esa persona para obtener información acerca del mundo, por ejemplo, es una persona más visual, más auditiva, más táctil, mas kinestésica, etc.
Después de las categorías perceptuales tenemos 2 categorías sobre el proceso de elaboración. La elaboración puede ser lineal o mosaica. Una persona lineal procesa la información secuencialmente. Una persona mosaica procesa las cosas un poco en desorden, toma de un lado y de otro. Sin embargo, hay que recordar que ninguna de estas categorías es mejor que la otra, simplemente nos sirven para entender la perspectiva del paciente y de su mundo.
La otra categoría es amplificador vs. reductor. Un amplificador agranda todo lo que percibe. Mira un ratón y ve un elefante. Su contraparte es el reductor, quién mira un elefante y ve un ratón, es decir, le resta importancia a lo percibe.
Nuestro foco terapéutico va a centrarse en la o las categorías que percibamos como más desbalanceadas. El conocer estas categorías diagnósticas nos permite empezar en el punto en que el paciente se encuentra y movernos en la dirección opuesta, para balancear un poco más su mapa del mundo, es decir, nos muestran hacia donde orientar la terapia, como cortarla a la medida. (Robles,1991).
Por ejemplo, un paciente deprimido, psicosomático o que sufre dolor físico, es una persona muy orientada al interior, pero también sabemos que debe de tener un montón de experiencias de cómo estar atento al exterior y lo único que tenemos que hacer es poner las condiciones para que el paciente haga surgir esos recursos, pero siempre acercándonos a esa persona desde su propio marco de referencia, por lo tanto, podemos empezar la terapia desde un polo interno y poco a poco empezar a movernos hacia lo externo.
En este tipo de diagnóstico debemos tomar en cuenta tanto las fuerzas intrapsíquicas como las interpersonales (referidas al procesamiento de información y de relación). En cuanto a estas últimas es importante conocer la estructura familiar del paciente. Para ello es necesario preguntar, aparte de su nombre, dirección, teléfono, estado civil, ocupación y grado de escolaridad, aspectos como número de hijos, nombres y edades, número de hermanos y hermanas, nombres y edades, y si se creció en un ambiente rural o urbano. Esta parte es muy importante, y se relaciona con los aspectos sociales y de interrelación básicos que establece una persona con su ambiente.
Como ya se sabe, el hecho de nacer en cierta posición entre los hermanos y con cierto sexo, puede marcar nuestra personalidad. En términos generales se dice que un hijo mayor o único tiende a ser más intelectual, más tímido y más protector de los demás. Los hijos intermedios tienden a ser más rebeldes, más amistosos, más gregarios, más artísticos. Por su parte, los hijos menores tienden a ser más conciliadores, a dividir las diferencias, a ser más complacientes. Estos rasgos pueden ayudarnos a poder hablar y hacer tareas sobre la base del lenguaje experencial de cada persona.
7En cuanto a la categoría de rural y de urbano, la diferencia radica en que la gente del campo tiende a estar orientada al futuro, comprende como las cosas se desarrollan a través del tiempo. La gente de la ciudad tiende a estar orientada al aquí y ahora, tienden a no darle muchas vueltas a las cosas y a conseguir las cosas rápidamente.
La categoría que sigue es la que se refiere a lo extrapunitivo vs. intrapunitivo, La gente extrapunitiva le va a echar la culpa de lo que le pasa a cosas externas a ella misma. Por el contrario un intrapunitivo generalmente dirá que es su culpa lo que sucede.
La siguiente categoría es uno arriba vs. uno abajo. La persona uno arriba es la que define y controla la relación. La persona uno abajo simplemente responde a las demandas del otro. Según Bateson la relación complementaria es aquella en la que una persona está uno arriba y la otra uno abajo. Es una situación estable y generalmente no hay ningún problema. El otro tipo de relación es la simétrica, que es una relación entre iguales y es inestable. Cuando hacemos hipnoterapia ericksoniana, queremos estar uno arriba y como la gente uno arriba controlamos y definimos la relación e inducimos papeles en la que está uno abajo en forma constructiva. Si el paciente está uno arriba, la terapia es ineficiente.
Consideramos que el utilizar este tipo de herramientas diagnósticas en nuestra práctica psicológica, enriquece nuestro acervo clínico así como las posibilidades de cambio en nuestros pacientes, realizando una terapia más breve y eficaz.
Por último, consideramos
que es importante recordar lo que Erickson decía acerca de que los
problemas de la gente no se resolverán tratando de buscar soluciones
externas a él, o sea modificando su ambiente o tratando de hacer
consciente lo inconsciente por medio del insigth. Hay que buscar soluciones
dentro del mismo paciente demostrándole que solo él y sus
aprendizajes inconscientes son capaces de provocar cambios positivos en
busca de su crecimiento personal.
CATEGORIAS DIAGNOSTICAS DE ZEIG
PERCEPTUAL
Enfocado / Difuso b. Sistema Sensorial preferido (visual, auditivo, táctil, kinestésico) |
PROCESAMIENTO
|
RELACIONAL/SOCIAL
Hijo único, mayor, medio, menor Medio rural, suburbano, urbano Intrapunitivo / Extrapunitivo Uno arriba / uno abajo |
Bibliografía
O’Hanlon, W.H., (1993), Raíces Profundas. Principios Básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton Erickson, ed. Paidós Terapia Familiar, España.
Robles, T. (1991), Terapia Cortada a la Medida. Un Seminario Ericksoniano con Jeffrey Zeigh, ed. Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de México, México.
Rosen S., (1991), Mi voz irá contigo. Los Cuentos didácticos de Milton H, Erickson, Ed. Paidós, Argentina.
Simon, F.B., Stierlin, H. y Wynne, L.C., (1988), Vocabulario de Terapia Familiar, ed. Gedisa, Argentina.
Zeigh, J. (1991), Entrenamiento en Hipnosis Ericksoniana, ed. Centro Mexicano de Programación Neurolinguistica, México.
Zeigh, J. F., (1992), Un Seminario
Didáctico con Milton H. Erickson, ed. Amorrourtu, Buenos Aires.