Barreras físicas.
Una de las formas más efectivas para reducir la dosis de microbios a la que está expuesto el personal de salud dental son las barreras físicas.
Para prevenir la contaminación cruzada y proteger las manos del personal, el uso de guantes debe ser permanente. Es importante el lavado con agua y jabón antes de la colocación de los guantes porque la piel alberga microbios transitoriamente. El lavado también previene irritaciones cutáneas causadas por microbios que crecen en la piel húmeda dentro de los guantes. Se recomienda el secado de manos con toallas de papel desechables.
El tipo de guante depende del trabajo en particular y del gusto del usuario. Para manejar áreas contaminadas sin posibilidad de esterilización (teléfono, manijas de muebles, puertas, etc.) se deberán cubrir con plástico autoadhesivo o con guantes sobrepuestos.
Al retirar los guantes el personal deberá lavarse nuevamente las manos con agua y jabón.
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