Categorías de utilización (Walton, 771)
Al revisar las condiciones y situaciones para las que se han indicado los medicamentos, es interesante observar que sus propiedades químicas y terapéuticas son consideradas fundamentalmente antimicrobianas. Sin embargo, también son dirigidas hacia la consecución del confort del paciente o hacia la neutralización de los conductos radiculares.
- Eliminación de microorganismos. El objetivo es destruir todos los microorganismos viables o todos los patógenos en el espacio del conducto.
- Producir que el contenido del conducto sea inerte. Esto representa el intento, utilizando medios químicos, de momificar, fijar o neutralizar de otro modo los tejidos, o residuos dejados intencional o accidentalmente en el espacio pulpar.
- Prevención o control del dolor después del tratamiento. El objetivo es reducir o alterar la respuesta inflamatoria. Los medicamentos pueden lograr esto por medio de su acción antimicrobiana o gracias a la modificación farmacológica de la respuesta inflamatoria en sí misma. El dolor también puede controlarse por la acción farmacológica o química del medicamento en contacto directo con los nervios sensoriales en la pulpa o tejidos periapicales.
- Aumentar la anestesia. Se han sugerido agentes como un medio de disminuir la sensibilidad de la pulpa inflamada difícil de anestesiar.
- Control del absceso periapical persistente. Un conducto que mana continuamente o con un dolor importante y/o inflamación, tras el tratamiento son signos de una lesión inflamatoria periapical activa.
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