Desinfección del conducto radicular (Grossman, 228)
La desinfección del conducto radicular, esto es, la destrucción de los microorganismos patógenos presupone la remoción previa y adecuada del tejido pulpar y debris, la limpieza y ensanchado del conducto por medios biomecánicos e irrigación. La desinfección del conducto radicular se realiza por medio de la medicación intraconducto.
La necesidad de medicación intraconducto ha sido cuestionada. La evidencia clínica es suficiente para indicar que la desinfección del conducto radicular es una fase importante del tratamiento endodóntico. Bender y otros son de la opinión que la irrigación con hipoclorito de sodio al 5% durante la preparación biomecánica es suficiente y puede sustituir la medicación intraconducto.
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