Problemas para la localización y penetración de conductos delgados y calcificados
Gutmann, 115; Pitt Ford, 30
Perforación en el piso pulpar al buscar el orificio de entrada a los conductos.
El signo más común de la perforación accidental al explorar la cámara es hemorragia, aunque ésta también puede indicar que se ha localizado un conducto vital.
Solución:
- Este accidente debe ser descubierto tan pronto como se produzca para evitar al máximo el daño al hueso subyacente.
- Si existe duda de si se trata de una perforación, es importante introducir un instrumento pequeño como una lima 6 o 8 y tomar una radiografía. El pronóstico de una perforación es mejor si es pequeña y el hueso subyacente no es dañado, por lo que la lima no es para medir la longitud del diente sino sólo para servir de marcador de la aparente perforación.
- Si se confirma la perforación, y ésta es del tamaño de la punta del explorador o de una lima 6 u 8, debe ser cubierta con un cemento a base de hidróxido de calcio de endurecimiento rápido como el Dycal. Si la perforación es mayor a 1 mm el tratamiento es el mismo pero el pronóstico es dudoso y habrá que tratar el diente periodontalmente.
III. Problema:
Penetrar o explorar un conducto muy delgado o calcificado.
Solución:
- Una vez localizado el conducto, el instrumento ideal es una lima tipo K núm. 8 de 21 mm. para entrar el conducto. La lima deberá ser precurvado en el último milímetro. Si el conducto es más largo de los 21 mm. será más fácil llevar una lima larga cuando se hubieran penetrado los 21 mm.
- Generalmente no es necesaria una sustancia quelante, aunque una irrigación copiosa con hipoclorito de sodio es importante.
- La lima no deber ser rotada sino llevada con movimientos de vaivén otro milímetro y volver a irrigar.
- El uso de instrumentación ultrasónica ha sido recomendada para estos casos. Sin embargo, es necesario cuidar de no ejercer presión apical con el instrumento ultrasónico para evitar escalones o perforaciones radiculares. Además para que estos sistemas sean útiles en conductos muy finos o calcificados, la penetración hasta el ápice debe realizarse manualmente primero.
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