Vol. 2 No. 2
Abril de 1999

El Análisis Contingencial y su Aplicación en un Problema Psicológico.
Ma. de Lourdes Rodríguez Campuzano* y Eugenio DíazGonzález y Anaya*
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÒNOMA DE MÈXICO
CAMPUS IZTACALA
 
 

Resumen

En este trabajo se pretende ilustrar la aplicación de una metodología llamada Análisis Contingencial. Esta metodología surgió del modelo interconductual y es útil para el análisis y el cambio del comportamiento individual. El caso que se presenta se refiere a una mujer soltera cuya queja principal tenía que ver con dolor crónico en el brazo izquierdo y parte de la espalda. Médicamente no se le encontró enfermedad, por esta razón se consideró que el caso estaba valorado con criterios de salud y podía ser abordado a través del modelo psicológico de la salud biológica propuesto por Ribes en 1990. En dicho modelo se propone que la metodología específica para el análisis y la intervención en la dimensión psicológica de la salud, sea el Análisis Contingencial. Siguiendo esta propuesta se analizó el caso y se encontró que correspondía a lo que Ribes denomina ‘conductas asociadas a enfermedad’ sin vinculación con patología biológica. En este caso y corroborando lo señalado en el Modelo de Salud, se encontró que un factor significativo fue la carencia de competencias. Se emplearon procedimientos de tipo disposicional y para alterar conducta propia y como resultado de su aplicación se eliminaron las conductas valoradas como problema, a la vez que se establecieron las competencias pertinentes.

Descriptores: Análisis Contingencial, Modelo psicológico de la salud,dolor crónico,competencias
 
 

Summary

In this paper it is pretended to ilustrate the aplication of Contingential Analysis. This methodology was developed on the basis of the interbehavioral model and is useful for the analysis and modification of individual behavior. The case presented was about a single woman whose principal complaint was about a chronical pain in the left arm and part of the upper back. Medically it was not found any illness, so the problem was evaluated with criteria related to health. For this reason, the Psychological Model for Biological Health, proposed by Ribes on 1990, was used, and so Contingential Analysis as it is suggested by this model. The problem was assessed and it corresponded to what Ribes calls as ‘illness related behavior’ without biological pathology. In this case, as Ribes indicates, the lack of competences seemed to be strongly related to the problem. Dispositional procedures, such as to change her own behavior were employed. Illness related behavior were eliminated and different competences were established as result of the intervention program.

Key Words: Contingential Analysis, Psychological Model of Biological Health, Chronical pain,Competences.
 

*Profesores de tiempo completo del Area de Psicología Clínica.
 
 
 
 
 
 
 

El Análisis Contingencial es una metodología para el análisis y cambio del comportamiento humano individual, que surge a partir de una concepción teórica particular, el Interconductismo (Kantor, 1926; Ribes y López, 1985), así como de algunas consideraciones sobre la aplicación del conocimiento psicológico (Ribes, 1982). Esta metodología, así como sus fundamentos están descritos en otros textos (Ribes, DíazGonzález, Rodríguez y Landa, 1986; DíazGonzález y Carpio, 1990; DíazGonzález, Ribes, Rodríguez y Landa, 1989; Ribes, 1990a; Ribes, 1993; Rodríguez y Landa, 1993;), de manera que en este trabajo se pretende ilustrar su aplicación en un caso valorado como problema.
 
 

Presentación del caso.

El caso en cuestión fue de una mujer soltera de 22 años de edad, profesora universitaria. Su núcleo familiar estaba conformado por sus padres y dos hermanas menores. La familia pertenecía a la clase media acomodada.

La usuaria solicitó ayuda psicológica reportando un dolor agudo en el brazo izquierdo y parte de la espalda, el cual venía padeciendo desde hacía aproximadamente un año. Nos hizo saber que ya había acudido a distintos especialistas (médicos generales, traumatólogos, ortopedistas, homeópatas, quiroprácticos, naturistas y neurólogos), sin lograr mejoría alguna. La razón por la que acudió al psicólogo es porque el neurólogo, después de practicar una serie de estudios, concluyó que el problema era psicológico. Comentó que este problema había afectado su vida cotidiana, alterando sus actividades, sus relaciones familiares y sociales, e incluso el tiempo dedicado a sus pasatiempos.

En el trabajo solamente cumplía con lo mínimo necesario, cosa que no hacía anteriormente. Ahora se dedicaba gran parte del día a estar recluida en su habitación, descuidando por ello actividades sociales y recreativas. Adicionalmente, indicó que a partir de la aparición del problema, ingería una gran cantidad de fármacos al día, tanto prescritos como no prescritos, (analgésicos, antinflamatorios, sedantes y relajantes musculares).

Como consecuencia del problema, su madre, hermanas, otros familiares y amistades manifestaban constantemente su preocupación llevándola con distintos especialistas, consolándola, preguntándole por su estado de salud y proporcionándole una gama de remedios caseros.

En cuanto a sus relaciones de pareja, comentó que su novio constantemente la presionaba para casarse, asunto que le angustiaba mucho porque no sabía si deseaba hacerlo en ese momento ó no, por lo cual respondía con evasivas. Hay que añadir que simultáneamente a esta demanda, en su trabajo se le ofreció una beca para una especialización fuera del país, lo cual aumentaba su angustia porque, aunque se sentía honrada con tal deferencia, la simple idea de vivir sola y dejar todo aquí, la atemorizaba. Ante esta oferta, ella se limitaba a posponer la respuesta.

En ese sentido comentó que se sentía incapaz de tomar una decisión y aceptar o rechazar alguna de las dos ofertas. No se sentía autosuficiente en una serie de actividades y le angustiaba estar sola.

Con respecto al origen y antecedentes del problema, el dolor surgió como otro de los dolores musculares que con frecuencia padecía, sin embargo su persistencia la alarmó y fue a visitar al primer médico quien le diagnosticó artritis deformante. Ello la alarmó y a partir de ahí se iniciaron las visitas a distintos especialistas, diagnósticos diferentes y la ingestión de fármacos. Dada la ineficacia de los tratamientos, ella pensaba que tenía cáncer, empezó a bajar de peso, a aislarse, a permanecer acostada, etc.

En relación a su vida familiar, comentó que la relación con su madre era muy buena, que eran muy amigas, salían juntas, etc., y que la única discrepancia entre ellas es que no le permitían llegar después de las 12 p.m., o alejarse mucho de casa, sin embargo, la usuaria obedecía las reglas. También comentó que en su casa la consentían mucho: la eximían de responsabilidades domésticas, le ayudaban a resolver problemas, le proporcionaban las cosas que necesitaba, etc. Lo anterior no incluía a su papá con quien la relación era difícil, porque él era estricto, irascible y voluble con respecto a su trato (dependía de su estado de ánimo).
 
 

Análisis del caso.

En la perspectiva teórica interconductual se ha planteado, entre otras cosas, la necesidad de contar con modelos que permitan vincular el conocimiento teórico con su aplicación (Ribes y López, 1985; Ribes, 1990a). Atendiendo a ello, Ribes (1990b) elaboró un modelo guía para la identificación de la dimensión psicológica de la salud/enfermedad. Con base en este modelo se pudo delimitar la queja principal y ubicarla como conductas asociadas a enfermedad, ya que lo que se valoraba como problema era el dolor crónico y lo que se expresó como meta fue su eliminación. Aquí es pertinente aclara que la salud como categoría es ajena a la psicología, sin embargo, como todo problema de salud tiene una dimensión psicológica.

El Modelo Psicológico de la salud plantea la existencia de dos tipos, distintos funcionalmente, de conductas asociadas a enfermedad. El primero se refiere a aquellos comportamientos que se dan como efecto colateral de una patología o de algún tratamiento médico. El segundo se refiere a morfologías de conducta semejantes a los primeros (dolores, molestias, estados de ánimo particulares, síntomas diversos, etc.), pero que a diferencia de ellos, se presentan sin vinculación a enfermedad biológica.

Así, dados los diagnósticos y estudios médicos realizados en el presente caso, particularmente el diagnóstico del neurólogo, se puede considerar que se trata de conductas asociadas a enfermedad sin relación con patología biológica. Partiendo de esto, el factor psicológico más significativo es el relativo a la capacidad instrumental, esto es, a las competencias funcionales que posee el sujeto para ajustarse a sus demandas cotidianas. Bajo tales premisas lo pertinente era analizar aquellas categorías que componen el sistema microcontingencial (Situaciones, Personas, Conductas y Efectos).
 
 

I. Sistema Microcontingencial. (Es la red de relaciones que circunscribe y define el comportamiento valorado como problema):

I.1Situaciones: En este rubro se exploran todos aquellos factores de contexto que poseen una función disposicional y que circunscriben el problema. Para este caso se identificaron:

Circunstancia Social: Familiar y Laboral

Conductas Socialmente esperadas: que se casara, o que aceptara la beca.

Capacidad en el ejercicio de dichas conductas: La usuaria carecía de habilidades tales como desplazarse sola a lugares desconocidos, administrar dinero, hacer labores domésticas, pedir información, pasar tiempo sola, etc. Cualquiera de estas habilidades era importante para enfrentar cualquiera de las dos demandas.

Tendencias: se identificó la tendencia a depender de otros.

I.2. Morfologías de conducta (formas concretas de los comportamientos comprendidos en la problemática):

De la usuaria:

a) Morfologías efectivas (aquellas que afectan el comportamiento de otros):

-quejarse

-aislarse

-tomar medicamentos

-llorar

-visitar especialistas

-poner pretextos para eludir responsabilidades

b) Morfologías afectivas (Que solo afectan el propio comportamiento):

-atender constantemente las partes adoloridas de su cuerpo

-pensar que tiene cáncer

-pensar que no puede hacer lo que se le demanda

Morfologías de los otros significativos:

a) Del Jefe:

insistir para que acepte la beca

b) Del novio:

proponerle matrimonio e insistir para que acepte

I.3 Personas. (se identifica la función que tiene el comportamiento de los otros significativos en la interacción):

Mediador: El comportamiento "enfermo" de la usuaria era el que estructuraba la interacción de la manera en que se estaba dando.

Mediados: El comportamiento de la madre y el novio resultaban afectados de un modo particular por el comportamiento de la usuaria.

I.4 Efectos. (relación de consecuencia que tiene la conducta de un individuo respecto de la conducta de otros):

a)Sobre otros:

-Los compañeros de trabajo la justificaban y la ayudaban a resolver asuntos de trabajo.

-la madre se preocupaba, la acompañaba a ver médicos, pagaba los gastos médicos, etc.

-el novio se preocupaba, dejaba de presionar para que ella aceptara casarse

b)Sobre sí mismo:

-no dormía bien

-se sentía triste

-tensión muscular y dolor

I.5 Ejercicio no problemático de la conducta problema. (se identifican situaciones en las que el comportamiento "problemático" no se valora como tal):

En este caso, por tratarse de un problema valorado con criterios de salud y no así con criterios sociales, morales, etc., el comportamiento "enfermo" se consideraba como problema en cualquier situación.
 
 

II. Sistema Macrocontingencial. (Correspondencias entre prácticas explícitamente valoradas y tácitamente valoradas entre el usuario y los otros, que conforman el contexto valorativo de la interacción):

El análisis macrocontingencial parte de que todo comportamiento es valorado socialmente. Al reconocer que éste no es problema en sí mismo sino que se le valora como tal, plantea la necesidad de estudiar desde una perspectiva psicológica el contexto valorativo de cada interacción, y dado que los valores no son otra cosa que las prácticas de los individuos (acciones y creencias) y que la dimensión moral del comportamiento consiste en la adecuación de las prácticas de un individuo a las prácticas de su o sus grupos de referencia; este análisis consiste en la identificación de correspondencias o no correspondencias entre dichas prácticas. Para ello se identifica, por un lado, la microcontingencia ejemplar (aquella interacción en donde las prácticas valorativas se explicitan como el "deber ser" de las relaciones sociales) y por otro lado, la microcontingencia situacional (aquella interacción donde los criterios de valoración son tácitos). Para ambas microcontingencias se identifican las prácticas valorativas, tanto del usuario como de los otros significativos, y se lleva a cabo un análisis de correspondencias, es decir, de la adecuación entre ellas (ver Ribes, 1993; Rodríguez, 1995).

Para el caso que nos ocupa, el criterio con el cual se valoraba la interacción, fue un criterio de salud y tratándose de un criterio de esta naturaleza, las creencias y acciones de los individuos significativos en la interacción, correspondían entre sí. De aquí que el problema no se definiera como uno de naturaleza macrocontingencial, sino como un problema meramente microcontingencial, relacionado fundamentalmente con carencia de competencias.
 
 

III. Génesis del problema. (Proceso de surgimiento de la condición problemática, exploración de recursos conductuales, identificación de estrategias de interacción):

III.1. Historia de la microcontingencia:

a) La queja surgió aproximadamente un año antes de solicitar el servicio psicológico.

b) La situación en la que se originó el problema estuvo determinada por dos nuevas demandas en la vida de la usuaria, aceptar irse becada al extranjero ó casarse.

c)Funciones disposicionales de otros en el pasado:

1) los compañeros de trabajo, en la medida en la que la animaban a irse y con ello probabilizaban ciertos estados de ánimo y cierto tipo de comportamientos,

2) el novio al presionar para que aceptara casarse,

3) el jefe al ofrecer la beca.

d) Historia mediadora de la conducta problema: La usuaria, en el pasado, había mediado interacciones familiares a través de comportamientos asociados a enfermedades.

III.2 Funcionalidad de las conductas comprendidas en otros contextos.

La funcionalidad de las conductas asociadas a enfermedad se restringía al contexto familiar y a la relación con su novio.

III.3 Disponibilidad de otras conductas no problemáticas potencialmente funcionales en la microcontingencia presente:

1) Evaluación de microcontingencias no problemáticas:

a) interacciones cuya circunstancia social estuviera definida por lo académico.

Se identificó como un comportamiento de la usuaria potencialmente funcional para la solución de este problema, su seguimiento de instrucciones y su disciplina.

III.4 Estrategias de interacción.

a) Caracterización de los tipos de contingencia enfrentados: Para este caso, se identificó como un tipo de contingencia significativo, en la medida en la que facilita el comportamiento problemático identificado, la "responsividad a nuevas contingencias" (ver Ribes, 1990).

b) Consistencia en la forma de confrontación de los tipos de contingencia:

Se logró identificar que cada vez que las indicaciones cambian, presentándose condiciones distintas de demanda, la usuaria invariablemente responde emocionalmente, o bien pide ayuda o consejo.

IV. Análisis de solución.
 
  CAMBIO MACRO MANTENIMIENTO MACRO
MANTEN. MICRO    
CAMBIO EN CONDUCTA DE OTROS    
CAMBIO EN CONDUCTA PROPIA   X
OPCION POR NUEVAS MICROS    
OTRAS OPCIONES FUNCIONALES    

 
 
 

A partir del análisis realizado se observó que el comportamiento de la usuaria funge como mediador de la interacción problema, afectando no solamente el comportamiento de otros, sino fundamentalmente el propio; de modo que el criterio seleccionado para la solución del problema fue el de incidir en la alteración del comportamiento de la usuaria a nivel microcontingencial, considerando además que éste podía ser el punto de partida para la alteración de la interacción valorada como problema.
 
 

V. Intervención.

Objetivo General. Establecer competencias en la usuaria que incidan en la alteración de comportamientos asociados a enfermedad como formas de mediación de interacciones sociales.

Con base en criterios funcionales (ver Ribes, DíazGonzález, Rodríguez y Landa, 1986; DíazGonzález, Landa, Rodríguez, Ribes y Sánchez, 1989), se eligieron los siguientes procedimientos:

a) Para alterar las morfologías afectivas identificadas en la usuaria (pensar que tiene cáncer, atender las partes adoloridas de su cuerpo, etc.), se emplearon procedimientos para alterar disposiciones, especialmente para alterar conducta propia con efectos disposicionales sobre sí mismo. Esto, dado que tales morfologías tenían efectos disposicionales en la propia usuaria, en tanto alteraban sus estados de ánimo. Es pertinente aclarar que las técnicas particulares que se emplearon con este propósito fueron no estandarizadas y tales fueron: información e instrucciones, contando para ello con que la usuaria tenía ya la competencia de seguir instrucciones y tenía disposición para el cambio.

Para alterar las morfologías efectivas de la usuaria (quejarse, recluirse, visitar especialistas, etc.), se eligieron procedimientos para alterar conducta propia, particularmente efectos de la propia conducta mediadora. Nuevamente se emplearon información e instrucciones.

En relación a las incapacidades detectadas de la usuaria, cuya función en esta interacción era disposicional (desplazarse sola, estar sola, etc.), se emplearon procedimientos para alterar conducta propia, especialmente para establecer competencias. Las técnicas específicas fueron juego de roles, modelamiento y ensayo conductual. Adicionalmente y en virtud de haberse detectado una estrategia de interacción significativa al problema -responsividad a nuevas contingencias-, y potencialmente generadora de nuevas interacciones problemáticas, se emplearon también procedimientos para establecer competencias y así incidir en la alteración de sus demandas de ayuda y reacciones emocionales ante nuevas contingencias. Se emplearon información, modelamiento, ensayo conductual e instrucciones.

Cabe agregar que en el Análisis contingencial se contemplan diversas funciones del terapeuta (instigar, auspiciar, informar, entrenar, instigar, participar, e instruir), como parte importante de la interacción terapéutica. Para este caso y de acuerdo a los diversos objetivos y fases de la intervención, las funciones que se asumieron fueron: auspiciar, informar, instruir y entrenar.

Formas de evaluación. Para evaluar el logro de los distintos objetivos se emplearon autoregistros y las propias entrevistas.
 
 

RESULTADOS.

De acuerdo a las evaluaciones realizadas, como producto de la intervención se obtuvieron los siguientes resultados:

Al incidir fundamentalmente en conducta propia, se obtuvieron los cambios propuestos, es decir, la usuaria dejó de presentar el "comportamiento enfermo" -tanto en un nivel afectivo como efectivo- y se reintegró a las actividades que anteriormente venía desempeñando. Con ello se alteró el resto de la interacción. Los otros significativos dejaron de preocuparse por su "enfermedad", y ella dejó de sentir el dolor. Por otra parte, al establecer las competencias pertinentes, ella se sintió más segura y fue capaz de tomar una decisión con respecto a lo que se le demandaba -decidió rechazar la beca y aceptar casarse-.

El caso se siguió evaluando durante un año, en el que no hubieron recaídas ni aparición de nuevas quejas.
 
 

CONCLUSIONES.

A partir de los resultados obtenidos, podemos concluir que el Análisis Contingencial permite abordar los llamados casos "clínicos", a través de criterios funcionales, lo cual lleva a una visión integral que va desde el análisis de la conducta valorada como problema, hasta la evaluación de resultados de la intervención. Ello trasciende la mera evaluación morfológica, a la vez que plantea la necesidad de no circunscribirse al estudio de la queja.

Es también importante señalar que en este caso se partió del Modelo Psicológico de la Salud Biológica (Ribes, 1990b), que funciona como una guía que permite conectar el conocimiento básico con el aplicado, en el terreno de la salud. El Modelo señala la necesidad de una intervención multidisciplinaria, a la vez que plantea la necesidad de delimitar la dimensión psicológica de la salud. Aquí se contó con un diagnóstico previo que permitió descartar la presencia de alguna patología biológica. El análisis contingencial corroboró que existían factores psicológicos que estaban determinando la presencia del dolor en esta usuaria, particularmente la carencia de competencias para enfrentar determinadas demandas. Ello, junto con demandas novedosas y una estrategia de interacción como la responsividad a nuevas contingencias, fueron factores significativos en la aparición y mantenimiento del problema. El hallazgo de estos factores psicológicos corresponde a aquellos factores que el Modelo de Salud señala como parte del proceso y resultantes que inciden en la salud/enfermedad. Igualmente el Análisis Contingencial mostró su utilidad como metodología específica para el estudio de dichos factores, así como su alteración.

Finalmente, el objetivo de este trabajo fue el de ilustrar la aplicación del Análisis Contingencial como metodología para el análisis y cambio del comportamiento individual. Desafortunadamente, como el caso presentado se circunscribe a un contexto valorativo relativo a la salud, no se pudo ilustrar el análisis macrocontingencial; sin embargo, en lo general, pensamos que los demás pasos quedaron ilustrados.
 
 

Referencias.


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DíazGonzález, E. y Carpio, C. (1996). Criterios para la aplicación del conocimiento psicológico. En: Sánchez, J., Carpio, C. y DíazGonzález, E. (compiladores) (1996). Aplicaciones del conocimiento psicológico. México: Facultad de Psicología ENEP-Iztacala y Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM y Sociedad y Sociedad Mexicana de Psicología, A.C.
 
 

Kantor, J.R. (1926). Principles of Psychology.Chicago: Principia Press, Vols. I y II.
 
 

Ribes, E. (1982). El Conductismo: reflexiones críticas. Barcelona: Fontanella.
 
 

Ribes, E. y López, F. (1985). Teoría de la Conducta. México: Trillas.
 
 

Ribes, E.; DíazGonzález, E. Rodríguez, M.L. y Landa, D. (1986). El Análisis Contingencial: una alternativa a las aproximaciones terapéuticas del comportamiento. Cuadernos de Psicología, 8, 27-52.
 
 

Ribes, E. (1990 a). Problemas Conceptuales En El Analisis Del Comportamiento Humano. México: Trillas.
 
 

Ribes, E. (1990 b). Psicología y salud: un análisis conceptual. Barcelona: Martínez Roca.
 
 

Ribes, E. (1993). El Análisis Contingencial y la identificación y definición funcional de los problemas psicológicos. Revista Mexicana de Psicología, 10, 85-89.
 
 

Rodríguez, M.L. y Landa, P. (1993) Validación del Análisis Contingencial como metodología de cambio conductual. Salud y Sociedad, 2,1, 27-36.
 
 

Rodríguez, M.L. (1995). La dimensión moral de la conducta desde una óptica interconductual. Acta Comportamentalia, 3, 1, 55-69.
 
 

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