PAREMIOLOGÍA
Introducción
Es el refrán a mi ver una sentencia breve, de generación espontánea y obviamente del dominio público. Que contiene y completa una idea, en ocasiones de un profundo sentido filosófico, cuando se proyecta hacia los demás, sin taimados artilugios ni matreras dobleces (Gomez). Los refranes son expresiones sentensiosas, concisas, agudas, endurecidas por el uso, breves e incisivas por lo bien acuñadas, que encapsulan situaciones, andan de boca en boca, funcionan como pequeñas dosis de saber, son aprendidas juntamente con la lengua y tienen la virtud de saltar espontáneamente en cuanto una de esas situaciones encapsuladas se presenta. "Los dichos de los viejitos, son evangelios chiquitos", dice un refrán español que aún perdura entre nosotros.(Pérez, 29)
Los refranes no tienen patria, ni requieren pasaporte para, al transitar por las culturas, quedarse donde son bien acogidos y, por ende, donde sus servicios al hablar son necesarios: de hecho, una buena parte de los refranes tienen su equivalente en otras lenguas y culturas, y dan pie a esos refraneros internacionales cada vez más frecuentes (Pérez, 9)
Un refranero contiene, en dosis pequeñas, las maneras que un pueblo tiene de afrontar sus miedos y sus ilusiones, de resolver los problemas de cada día, sus costumbres, sus esperanzas, para que la vida tenga sentido, para ser dichoso y honrado: los refranes de un pueblo son su oferta de sentido común. (Pérez, 9)
Es oscura la etimología del vocablo "refrán". Dos son las principales propuestas de explicación etimológica. La más antigua de ellas es la de don Sebastian de Cobarrubias quien hace derivar el vocablo "refrán" del verbo latino referre y, en concreto, "a referendo, porque se refiere de unos y otros. Y tanto es refrán que referirán, porque muchos, en diversos propósitos, refieren un mismo refrán que fue dicho a uno". Según esto, el vocablo "refrán" alude al hecho de que el texto a que se refiere anda de boca en boca.
La otra opinión, actualmente prevalente, hace derivar el término "refrán" del verbo latino frangere (romper, quebrar), o mejor dicho de su derivado refringere a través del término refranh que en la antigua lengua de Oc significaba "estribillo". De aquí habrían provenido tanto el catalán refrany, proverbio, como el francés refrain, estribillo. Del francés refrain se habría derivado el vocablo español "refrán" que originariamente significó "estribillo" y que está documentado, en esa acepción, en el léxico del siglo XIII tanto en el libro de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, como en El libro de las armas del Infante Don Juan Manuel. (Pérez, 42)
Paremiología pragmática o pragmática paremiológica.
Por la naturaleza de los refranes y su funcionamiento dentro del discurso popular, se ha propiciado la investigación en pragmática paremiológica: en la manera, a saber, como en el hablar lapidario funcionan los refranes en su carácter de estructuras argumentativas y mediante qué mecanismos argumentativos se insertan en el discurso mayor en el cual se usan; o bien cuáles son los tópicos que, subyaciendo en la conciencia popular, sirven de apoyo a la argumentación del hablar diario. La pragmática suele ocuparse de todos los elementos extraverbales que, en un texto verbalizado, confluyen y contribuyen en él y con él a la significación del conjunto mediante la producción del sentido. En concreto, una de las cosas que hoy se entienden por pragmática es "el estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje en la comunicación, es decir, las condiciones que determinan tanto el empleo de un enunciado concreto por parte de un hablante concreto en una situación comunicativa concreta, como su interpretación por parte del destinatario"(Pérez, 41)
La familia de los refranes es una, independientemente de los nombres que asuman sus miembros: se trata sólo de que el vocablo "refrán" les ganó la partida a todos los demás nombres. No hay subtipos textuales, solo distintos nombres para decir lo mismo. Miguel Velasco Valdés comienza su refranero dejando por sentado que "refrán, proloquio, anejín, anejir, proverbio, sentencia, máxima, dicho, dicharacho, apotegma, adagio, paremia o epifonema, son uno y lo mismo". (Pérez, 49)
Una idea aproximada de la parentela paremiológica la puede dar esta gráfica en árbol:(Pérez, 54)

Los Refraneros de la FES Iztacala que se publican en este sitio electrónico, pretenden contener los refranes que tocan categorías de cada disciplina aunque el sentido usual ambivalente los emplee en situaciones diferentes. Aclaramos que en cuanto al Refranero para el Biólogo, sólo se incluirán aquellos que no estén contenidos en el Refranero Zoológico de Anita Hoffmann, publicado por la UNAM.
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