Crisis y emergencias

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado básicamente por una incapacidad de la persona para manejar (emocional y conceptualmente) situaciones particulares, utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas que le llevaban a lograr resultados importantes.

El individuo enfrenta un problema ante el cual sus recursos de adaptación, así como sus mecanismos de defensa usuales no funcionan.

El problema rebasa sus capacidades de resolución y por lo mismo se encuentra en franco desequilibrio. Como resultado de todo esto la persona experimenta una mayor tensión y ansiedad, lo cual la inhabilita aún más para encontrar una solución.

En muchas ocasiones es importante solicitar apoyo de profesionales de la Salud Mental, para recibir una ayuda inmediata y poder restablecer el equilibrio emocional.

Tipos de crisis

 

 

 

Las Crisis Circunstanciales son accidentales o inesperadas (por ejemplo, muertes inesperadas, enfermedades corporales, pérdida del trabajo, desastres naturales, crímenes violentos, etc. La crisis circunstancial tiene cinco características:
1) Es repentina: aparece “de golpe”.
2) Es inesperada: no puede ser anticipada.
3) Es urgente, pues amenazan el bienestar físico o psicológico.
4) Masiva: muchas crisis circunstanciales afectan a muchas personas al mismo tiempo (por ejemplo desastres naturales).
5) Presentan un peligro y oportunidad: la crisis puede desembocar en un mejoramiento o empeoramiento de la situación de la persona.

Las Crisis del Ciclo Vital o Crisis del Desarrollo son aquellas crisis que están relacionadas con el traslado de una etapa a otra. Son relativamente predecibles y sobrevienen cuando una persona va cumpliendo etapas en su vida desde la niñez a la senectud (por ejemplo, la entrada a la adolescencia, la inserción en la etapa adulta al ámbito laboral o la llegada del primer hijo, la jubilación y muerte de amigos y/o pareja en la vejez).