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GENERALIDADES
En la actualidad el éxito del tratamiento del conducto radicular se basa en principios amplios. Entre ellos se incluyen la planeación del diagnóstico, el tratamiento, el conocimiento de la anatomía y la morfología y los conceptos tradicionales de debridación, esterilización y obturación del conducto radicular (Cohen 9, 365)..
Los autores de un meta-análisis de los factores que influyen en la eficacia de un tratamiento de conductos radiculares reportaron los siguientes cuatro factores: (Cohen 12, 304).
1. Ausencia de lesion periapical
2. Obturación del conducto radicular sin huecos o espacios radiográficos
3. Obturación dentro de los dos milímetros del ápice radiográfico y
4- Restauración adecuada coronal externa.
En un estudio controlado reciente en animales de laboratorio, la evidencia sugiere que la limpieza y conformación del conducto radiculare es más importante que el método de obturación. A la fecha no existe un estudio para determinar que procedimientos de limpieza y conformación es más efectivo. El proceso de limpieza y conformación determina tanto el grado de desinfección como la habilidad para obturar el espacio radicular. (Cohen 12, 304).
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Por lo tanto, la obturación es un reflejo de la limpieza y conformación y es evaluada de acuerdo a la longitud, conicidad, densidad, nivel de la obturación de la gutapercha y el sellado coronario, esto es, ya sea provisional o la restauración definitiva. La obturación del espacio radicular es necesaria para minimizar la filtración coronal desde el ambiente intraoral. La obturación reduce la filtración y contaminación bacteriana, sella el ápice respecto a los fluidos tisulares periapicales y sepulta los irritantes remanentes en el conducto. (Cohen 12, 304).
En un estudio radiográfico temprano sobre las causas del éxito y fracaso Ingle indicó que el 58% de los fracasos terapéuticos se debían a obturación incompleta. Por desgracia, los dientes mal obturados suelen estar mál preparados. Es posible que se hayan producido errores del procedimiento, como pérdida de longitud, transportación del conducto, perforaciones, pérdida del sellado coronal y fractura vertical de la raíz y se ha demostrado que esos errores tienen un efecto adverso sobre el sellado apical (Cohen 9, 365).
La obturación tridimensional del conducto radicular es esencial para el resultado de curación a largo plazo. El conducto radicular debe estar sellado apical, coronal y lateralmente. Varios métodos se han recomendado para la obturación. Desafortunadamente, todos los materiales y técnicas sufren de un cierto nivel de filtración. (Cohen 12, 304).
El resultado diagnóstico del tratamiento de conductos radiculares, esta basado en los datos clínicos y radiográficos. A pesar de todos los esfuerzos para lograr una obturación radiográficamente adecuada del espacio radicular, un sellado "perfecto" nunca es alcanzado, debido a que los materiales actuales no tienen actividad antimicrobiana y no sellan absolutamente el espacio radicular. (Cohen 12, 304).
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