Preparación del diente para el blanqueamiento no vital
Protección del paciente, del operador y asistente como se describió para dientes vitales. Es necesario recordar que los materiales son cáusticos en extremo.
Limpieza del diente. Tanto externa como internamente el diente debe estar limpio de caries, debris y cualquier restauración que se sospeche de filtración debe ser reemplazada.
Acceso al diente. Toda la cámara pulpar y cuernos pulpares deben ser accesibles al blanqueamiento.
Retirar obturación radicular unos 2 o 3 mm apicales de la línea cervical clínica, utilizando la técnica de la pinza (ver fotografía). Reobturar esos milímetros con cemento de fosfato de zinc o equivalente hasta 1 o 2 mm coronal a la línea cervical clínica.
Retirar todo debris y una capa muy superficial de dentina dentro de la cámara pulpar con fresa de baja velocidad. La dentina fresada permite una penetración más fácil del material blanqueador.
Pincelar toda la preparación con cloroformo o acetona para disolver cualquier material grasoso y facilitar la penetración del agente blanqueador a los túbulos. Secar la cámara pulpar con aire.