BLANQUEAMIENTO DE DIENTES NO VITALES Kwon,26
Un solo diente pigmentado puede ser muy irritante para el paciente y presenta un reto estético para el dentista. La causa de la decoloración puede ser clasificada clínicamente en dos categorías:
- tratamiento endodóntico incompleto. En este caso la decoloración es causada por restos pulpares remanentes en un cuerno pulpar o materiales depositados y dejados en la cámara pulpar
- degeneración pulpar. Cuando es por trauma, de acuerdo con Grossman se provoca hemólisis de los eritrocitos resultando en liberación de hemoglobina. El hierro de la hemoglobina reacciona con ácido sulfídrico, proveniente de la degradación bacteriana, formando sulfato de hierro, un pigmentante poderoso que afecta el color del diente.
En algunos casos, el diente puede permanecer vital, aunque ligeramente pigmentado debido al depósito de dentina secundaria y terciaria en la cámara pulpar, que se ha denominado metamorfosis cálcica. Frecuentemente, no presenta síntomas ni signos, y la decoloración se descubre muy alejada en el tiempo, del traumatismo mismo.
En el pasado, el diente pigmentado era preparado y se le colocaba una corona o por lo menos una carilla de porcelana para cubrir y esconder la pigmentación. Sin embargo, la pérdida de estructura de diente sano facilita la fractura, desalojo de la restauración y recesiones gingivales, todo lo cual aumenta el problema estético.
Cuando la decoloración del diente viene desde adentro de la cámara pulpar misma, ya sea por tejido necrótico pulpar o por otras causas pigmentantes colocadas en el interior de la cámara como parte de un tratamiento dental, el tratamiento de blanqueamiento también necesita provenir desde adentro de la cámara pulpar.
Los dientes no vitales no son buenos candidatos a blanqueamiento a través de la superficie como se describió para los dientes vitales porque la decoloración es causada por degradación de material necrótico.
En términos generales el tratamiento tiene tres partes:
- Limpieza de la cámara pulpar de todo tipo de tejido necrótico y agentes decolorantes. La dentina se prepara para facilitar la penetración del material de blanqueamiento con un fresado superficial y grabado con ácido fosfórico, para finalmente limpiarla con cloroformo o acetona.
- El agente blanqueador se coloca en la cámara pulpar. Existen dos procedimientos y la elección dependerá de la cantidad de decoloración y del paciente en particular: a. Tratamiento inmediato en el consultorio dental con lámpara de luz y calor o con el instrumento caliente; b. Tratamiento ambulatorio, más dilatado y que incluye la colocación del agente blanqueador por 48 o 72 horas.
- El agente blanqueador se retira y el diente blanqueado se restaura con una restauración estética.
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