Recientemente, los láseres de Nd:YAG han demostrado su utilidad en la remoción de caries. En el campo de la endodoncia, Dederich y cols. fueron de los primeros que sugirieron que las paredes de los conductos irradiados por el láser de Nd:YAG podían tener una mejor permeabilidad debido a la acción de disolución del láser sobre la dentina.
De acuerdo con Levy, el rayo láser parece producir una preparación cónica desde la parte apical hasta la parte coronal del conducto. Se ha demostrado que esta conicidad es necesaria para eliminar los detritus en la técnica manual y mecánica y que también facilitará la compactación de la gutapercha en el tercio apical. Se observó una gran mejoría de las paredes del conducto utilizando el rayo láser experimental, en comparación con la técnica tradicional.
Cuando se enfoca en un punto pequeño, un rayo láser de muy corta duración y de un nivel de potencia alto, puede destruir el tejido debido a la formación de un plasma. La ionización de las moléculas conduce a la formación del plasma. Durante el proceso de destrucción del plasma, emanan ondas de choque desde el plasma para distribuir la energía y enfriarlo. Normalmente, se encuentra una difusión térmica mínima. Este efecto se denomina fotodisrupción debido a una característica óptica.
El láser de Argón puede ser usado para reblandecer la gutapercha y producir buenas obturaciones radiculares.
El láser KTP:YAG remueve la capa residual de dentina (smear layer) y el debris de la superficie radicular a temperaturas por debajo del nivel de daño térmico para los tejidos periodontales.