LOCALIZADORES ELECTRÓNICOS DEL ÁPICE RADICULAR
Antecedentes
En 1918, Cluster fue el primero en afirmar que el sistema de conductos radiculares podría ser medido a través de una corriente eléctrica. Poco se hizo con esta idea hasta que en 1942 Suzuki describió un dispositivo que era capaz de medir la resistencia eléctrica entre el ligamento periodontal y la mucosa oral, la determinó como una constante de 6.5 Kiloohmios. Este principio no fue examinado hasta 1962 por Sunada, quien realizó una serie de experimentos en pacientes y describió que la resistencia eléctrica entre la mucosa oral y el periodonto era constante, sin importar la edad del paciente, la forma o tipo de diente. En 1987, Huang describió que este principio no es una característica biológica, sino por el contrario un principio físico.
Ionue, basado en el concepto de que la resistencia eléctrica entre la mucosa oral y el periodonto son constantes, realizó modificaciones que permitieron incorporar el uso de sonidos relacionando estos a la profundidad de los conductos. Uno de los localizadores más populares de los 70 y 80, el Sono-Explorer (Unión Broach, New York, New Cork) fue desarrollando utilizando estas modificaciones. Para 1975, nuevas unidades como el Neosono, Sonoexplorer Mark I, II, y III, Apex Finder, Odontometer, Evident, etc. fueron apareciendo en el mercado. Se hicieron modificaciones en los circuitos, haciéndolos más compactos y fáciles de utilizar. Sin embargo, esta generación de localizadores bajo el principio de “resistencia eléctrica”, provocaron a menudo mediciones incorrectas, sobre todo en presencia de electrolitos, exudado, tejido pulpar, o en presencia de una excesiva hemorragia.
SONOEXPLORER MARK II
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