ENDODONCIA GERIÁTRICA
HISTORIA CLÍNICA DENTAL
El paciente senecto no es propenso a reportar dolores pulpares muy agudos, lo cual es más frecuente en jóvenes, mientras que en el viejo el dolor asume formas más crónicas o por lo menos sin tanto dramatismo. La mera presencia de dientes indica resistencia a la enfermedad o un mantenimiento adecuado. Toda un vida experimentando dolor pone en una perspectiva diferente la interpretación del dolor. “Después de lo que he pasado, esto no tiene importancia” es una frase que se repite en los viejos que acuden al consultorio dental.
El dolor asociado con una pulpa vital (causado por frío, calor, dulce, etc.) parece reducirse con la edad, y la severidad de los síntomas disminuye. La capacidad de recuperación pulpar también se reduce y la necrosis se desarrolla más rápidamente con una consiguiente infección microbiana.
Es necesario investigar en el registro del paciente o en su memoria, la historia del diente involucrado que puede ser tan obvia como una lesión cariosa o fractura, o tan sutil como una corona preparada hace 20 años o más. La memoria del paciente puede fallar, por lo que en ocasiones es de utilidad analizar el tipo de materiales de restauración o la forma de la restauración para identificar la edad aproximada del trabajo dental.
La falta de dientes contribuye a una habilidad funcional masticatoria reducida. La pérdida de eficacia en la masticación lleva a una dieta más suave con gran cantidad de carbohidratos y más cariogénica. La pérdida de sabor y la xerostomía se compensan ocasionalmente con una ingesta alta de azúcares, lo que favorece la susceptibilidad a la caries.
Otras condiciones comunes en el paciente senecto son recesiones gingivales con exposición radicular, atrición, abrasión, y erosión que también exponen dentina, lo que por lo menos causa esclerosis dentinaria y dentina reparativa.
En general, el volumen de la cámara pulpar y de los conductos radiculares, es inversamente proporcional a la edad: a mayor edad, la cavidad pulpar es más pequeña en su conjunto. El foramen apical está más cerrado y la unión cementodentinaria se mueve más lejos del ápice radiográfico por la continua aposición de cemento. El grueso del cemento en un diente joven es de 100 a 200 mm y aumenta con la edad a dos o tres veces ese grosor original.
La calcificación de un diente por edad es de un tipo más linear en comparación con aquella que ocurre en dientes jóvenes como respuesta a caries, pulpotomía o trauma. Los túbulos dentinarios se ocluyen con la edad avanzada, disminuyendo la permeabilidad tubular. Los conductos laterales y accesorios pueden calcificarse, disminuyendo su importancia clínica.
La compensación de la mordida producida por la pérdida de dientes, así como la inclinación dentaria o atrición pueden causar disfunción en la articulación temporomandibular o pérdida de la dimensión vertical (situación más común en el anciano). Cualquier limitación de la apertura puede reducir es tiempo y espacio necesarios para el trabajo endodóntico.
La presencia de muchas restauraciones indican la historia de agresiones continuas y acumulación de irritantes. Es posible observar múltiples líneas de craquelado como resultado de las pigmentaciones, pero no indican penetración a la dentina o exposición pulpar.
La enfermedad periodontal es el principal problema de pacientes senectos dentados y el tratamiento periodontal por sí mismo puede causar sensibilidad radicular, y enfermar o necrosar la pulpa.
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