Desgaste compensatorio
Los conductos radiculares mesiovestibular y mesiolingual de los molares inferiores, particularmente del primer molar, así como también el conducto radicular mesiovestibular de los molares superiores, presentan la denominada doble curvatura, que dificulta mucho una instrumentación perfecta, especialmente en los cinco milímetros apicales. (Leonardo y Renato, 81)
 (Leonardo, fig2.II-1)
La primera curvatura, con trayectoria inicial desde distal hacia mesial, situada en los dos tercios coronales de las raíces
(Cohen 9, fig 7-53)
A. Eliminación del techo y cuernos pulpares
B. Rotación de la fresa de adentro hacia afuera
C. Remoción del hombro cervical o de la convexidad de la pared mesial de los molares. Se coloca la fresa Gates Glidden ligeramente apical hacia el orificio y con movimientos hacia afuera y hacia distal se va removiendo el excedente
D. Con fresas con terminación redondeada, como la fresa Batt, se bisela la pared axial desde el margen cavosuperficial hasta el orificio de entrada del conducto radicular
En caso de conductos radiculares de molares, atrésicos, rectos y/o curvos el primer principio fundamental es el de obtener un acceso directo a la entrada del conducto o de los conductos radiculares, con la finalidad de rectificar lo más posible la trayectoria original de sus dos tercios coronales. Por lo tanto es fundamental, realizar un perfecto acceso coronal, incluso con el desgaste compensatorio (forma de conveniencia ver aquí) (Leonardo 564)
Después del acceso coronal acceder a las entradas de los conductos radiculares sólo por medio de la extensión original de la abertura es bastante difícil y facilita que ocurran accidentes operatorios. La utilización de fresas Batt, Gates o Peeso determinará la remoción de la convexidad de la pared mesial de la cámara pulpar de los molares, obteniéndose una extensión suplementaria del acceso coronal, que denominamos desgaste compensatorio. (Leonardo 564)
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