Principios de Weine
Cualquier técnica de preparación de los conductos necesita una serie de principios o reglas básicas descritas por Weine:
- Ensanchar y mantener la forma original e idónea del conducto para su obturación, es decir, lo más estrecho en ápice y lo más ancho en la corona, sin producir falsas vías, perforaciones, zips, etc.
- Naturalmente, las irregularidades del conducto y las curvaturas de gran tamaño deberán ser eliminadas, pero si superponemos el diente con su configuración preoperatoria sobre la que obtendremos después de terminar la preparación, la forma del conducto original deberá estar incluida dentro de la preparación.
- Intentar mantener todos los instrumentos en el interior del conducto, ya que la sobreinstrumentación será causa de dolor durante y postratamiento, y a la vez perderemos la constricción apical, por lo que sobreobturaremos.
- Irrigar mucho, manteniendo los conductos rellenos de solución irrigadora ya que, si no, acumularemos restos dentinarios e impediremos el correcto sellado (Vea aquí película sobre pulpotomía)
- La irrigación facilita que los restos y limaduras de dentina floten en el conducto en dirección a la corona, eliminándolos por aspiración o con puntas de papel. Con la irrigación se impide que los instrumentos se pequen a las paredes del conducto, disminuyendo así la sobrecarga de las estrías y su posible rotura. Para el Weine, las más usadas tienen la facultad de disolver el tejido necrótico y hacen que los restos de tejido pulpar y microorganismos de las irregulares paredes del conducto queden sueltos, lo que facilita su remoción con la instrumentación.
- Usar limas finas para calcular el tamaño y la forma del conducto. Después de usarse deberán limpiarse con cepillo mojado en una solución antiséptica y se observarán las estrías por posibles sobrecargas, fatiga o alteración de forma. Si hubiera duda se desechan, por la posible rotura, sobre todo las número 8 o 10.
- Usar los instrumentos en secuencia, sin omitir ninguno, limpios, precurvados y sin forzarlos.
- Limar siempre hacia afuera y de forma circunferencial, ya que de esa forma alisamos las paredes.
- El limado o ensanchado se hará según el lugar del conducto o el tamaño del instrumento.
- Trabajar con mucho cuidado y recapitulando con limas finas, sin cometer errores y lejos de la furca.
- No sobrepreparar el conducto tanto apical como lateralmente
- Evitar que las limas se enganchen en las paredes, por ello se precurvan y se mueven en vaivén hasta el ápice.
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