PERIODONTITIS APICAL SINTOMÁTICA SECUNDARIA (Gopikrishna V.. Grossman’s 14 th.ed. pág.75; Canalda 2, pág. 69: Castellucci 1-184; Cohen 9-552)
Sinónimos: absceso phoenix, absceso fénix, exacerbación aguda de una lesión crónica, reactivación de la periodontitis apical crónica (Castellucci).
El Ave Fénix o Phoenicopterus, como lo conocían los griegos, es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto, en el norte de África.

El mito del Ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el Más Allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Fue citado por los sacerdotes egipcios de Heliópolis, el griego Heródoto, los escritores latinos Plinio el Viejo, Luciano, Ovidio, Séneca y Claudio Claudiano, o los cristianos Pablo de Tarso, el Papa Clemente de Roma, Epifanio o San Ambrosio. En el Antiguo Egipto se le denominaba Bennu y fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol. El Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas.
El Ave Fénix tiene sus representaciones en diferentes culturas, como la china (el Fêng-Huang), la japonesa (el Ho-oo), la rusa (El Pájaro de Fuego, que inmortalizara musicalmente Stravinsky), la Egipcia (el Benu), la hindú (el Garuda), e incluso en los indios de norteamérica (el Yel), o los Aztecas, Mayas y Toltecas (el Quetzal).
Definición:
El absceso alveolar fénix, es una reacción inflamatoria aguda superimpuesta a una lesión crónica preexistente, como la periodontitis apical asintomática.

Causa:
Cuando las enfermedades crónicas perirradiculares como la periodontitis apical asintomática, están en un estado de equilibrio, los tejidos perirradiculares están asintomáticos. Algunas veces los estímulos nocivos de una pulpa enferma pueden causar una respuesta inflamatoria aguda en estos tejidos adormecidos.
- La disminución de las defensas corporales debido a la invasión de toxinas bacterianas del conducto radicular, puede dar lugar a una respuesta inflamatoria aguda
- La irritación durante la instrumentación del conducto radicular puede también disparar una respuesta inflamatoria aguda en un diente previamente asintomático.

Bacteriología:
Un absceso se forma usualmente como resultado de una infección microbiana, a pesr de que algunos abscesos, denominados abscesos estériles, se forman en ausencia de bacterias. Las lesiones perirradiculares usualmente están desprovistas de bacterias excepto por bacterias transitorias.

Histopatología:
Áreas de necrosis por licuefacción con leucocitos polimorfonucleares desintegrados y debris celular (pus). Estas áreas están rodeadas por la infiltración de macrófagos y algunos linfocitos y células plasmáticas.
Síntomas:
Inicialmente el diente tendrá sensibilidad al tocarlo, después el diente se elonga saliendo de su alveolo y existe dolor al masticar. La mucosa sobre el área radicular puede aparecer roja e hinchada y es sensible a la palpación.
Diagnóstico:
- La exacerbación del dolor en un estado crónico se produce frecuentemente asociada al inicio de la terapia endodóntica de un diente asintomático
- El paciente puede tener historia de trauma que ha conducido al decoloro del diente después de un tiempo con dolor posoperatorio que ya había cedido
- La falta de respuesta de pruebas de vitalidad diagnostica una pulpa necrótica. En raras ocasiones, un diente puede responder a la prueba pulpar eléctrica debido al líquido en el conducto radicular o en un diente multirradicular.
Diagnóstico diferencial:
La exacerbación aguda de una lesión crónica provoca síntomas similares a los del absceso alveolar sintomático (agudo). Debido a que el tratamiento de ambas lesiones es el mismo, el diagnóstico diferencial no es necesario.
El diente puede ser distinguido de un diente con pulpitis dolorosa realizando las pruebas de vitalidad pulpar.

Tratamiento:
Es el mismo que para un absceso apical sintomático (agudo).

Pronostico:
Es bueno para el diente una vez controlados los síntomas.
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