En 1940, Oyekunle J. Akinosi recomendó el bloqueo regional mandibular con la boca cerrada. Esta técnica fue propugnada también por Berg en 1940, por Mayer en 1956 y recreada en 1960 por Sunder J. Varizani.
Permite al odontólogo conseguir una anestesia clínicamente adecuada en una situación muy difícil: cuando la apertura mandibular del paciente es limitada como resultado de una infección, un traumatismo o el trismo debido a una inyección. Algunos odontólogos la emplean de manera rutinaria para anestesiar el arco mandibular. La técnica a boca cerrada, con experiencia, se acompaña de una tasa de éxito de más del 80% en situaciones como en el trismo grave.
Produce un bloqueo de los nervios:
• Dentario inferior
• Incisivo, mentoniano
• Lingual
• Milohioideo (inerva músculo milohioideo, que eleva el hioides, el suelo de la boca y desciende la mandíbula, y el digástrico que hace descender la mandíbula o subir el hioides)
Zonas anestesiadas:
• Piezas dentarias mandibulares hasta la línea media
• Cuerpo de la mandíbula y porción inferior de la rama mandibular
• Mucoperiostio bucal y mucosas anteriores al orificio mentoniano
• Dos tercios anteriores de la lengua y suelo de cavidad oral
• Tejidos blandos linguales y periostio