BLOQUEO REGIONAL
Técnicas para la anestesia por bloqueo del dentario inferior:
El bloqueo del nervio alveolar inferior, frecuentemente denominado bloqueo del nervio mandibular, es la inyección empleada con mayor frecuencia en odontología, y tal vez sea la más importante. Por desgracia también es la más frustrate, ya que aunque se administre de manera correcta, posee el porcentaje de fracaso clínico más elevado.
En la descripción del bloqueo propuesta por Malamed, el punto de inyección se encuentra un poco más arriba al descrito habitualmente, con la cual dice alcanzar entre el 85 al 90 % de éxito.
Punto de entrada de la aguja. deben tenerse en cuenta tres parámetros:
1) la altura a la que se realiza la inyección: coloque el dedo índice o el pulgar de su mano izquierda en la escotadura coronoidea. La línea imaginaria que se extiende hacia atrás desde la punta del dedo situada en la escotadura coronoidea hasta el punto más profundo del rafe pterigomandibular (desde donde se dirige en dirección superior hacia el maxilar) determina la altura a la que debe realizarse la inyección. Esta línea imaginaria es paralela al plano oclusal de los molares mandibulares. En la mayoría de los pacientes esta línea se encuentra 6-10 mm por encima del plano oclusal.

2) la colocación anteroposterior de la aguja En la intersección de dos puntos:
(a) El primer punto se localiza en la línea horizontal existente entre la escotadura coronoidea y la zona más profunda del rafe pterigomandibular (en su punto de ascenso vertical hacia el paladar).
(b) El segundo punto se encuentra en la línea vertical que pasa por el primer punto, a tres cuartos de la distancia del borde anterior de la rama mandibular. Este punto determina la localización anteroposterior del punto

3) la profundidad de introducción de la aguja: realizar el bloqueo hay que contactar con el hueso. Avance la aguja lentamente hasta que note la resistencia del contacto con el hueso.
En la mayoría de los pacientes no es necesario inyectar anestésico local durante la penetración de los tejidos blandos.
En los pacientes ansiosos o más sensibles puede ser aconsejable depositar pequeñas cantidades de anestésico local a medida que se introduce la aguja. Las soluciones anestésicas locales tamponadas disminuyen la sensibilidad del paciente durante el avance de la aguja.
La profundidad media de introducción de la aguja hasta que contacta con el hueso es de 20-25 mm, aproximadamente de dos tercios a tres cuartos de la longitud de una aguja dental larga.
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