Método de exploración del orificio de entrada a los conductos radiculares.
En ocasiones, una pulpa con gran recesión debe ser seguida hasta penetrar en la raíz para encontrar el orificio de entrada al conducto.
Las mediciones sobre la radiografía, indicarán cuántos milímetros se debe perforar hasta encontrar el orificio.
El uso de fresas de longitud quirúrgica, en piezas de mano miniatura, extenderá la longitud de corte a más de 15 mm.
Los orificios de entrada al conducto suelen ser tan restrictivos que deben ensancharse a fin de que puedan entrar con facilidad los instrumentos.
Son obligatorios, por lo tanto, el uso de abridores del orificio, ya sean manuales (Micro-Openers), de dedo (Orifice openers) o ensanchadores de contrángulo con un mayor ahusamiento o conicidad 0.4 a 0.6 (LA Axxess) o las fresas Gates-Glidden.

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